José Saramago: “Las lágrimas del juez Garzón son hoy mis lágrimas”

El escritor portugués José Saramago expresó su apoyo al juez español Baltasar Garzón, al afirmar que la noticia de la suspensión del magistrado de sus funciones en la Audiencia Nacional de España es una de las “más tristes” que ha recibido.
Saramago, premio Nobel de Literatura 1998, señaló en un texto publicado en su página web: “Las lágrimas del juez Garzón son hoy mis lágrimas”. De esa manera se refirió al llanto con que el español salió este viernes de la Audiencia Nacional, de la que fue suspendido cautelarmente por el Consejo General del Poder Judicial.
El máximo órgano de la justicia en España tomó la decisión debido a los tres procesos legales que enfrenta Garzón. Uno de ellos es por presunta prevaricación al ordenar investigar los crímenes cometidos durante el franquismo (1936-1975), sin que fuera su competencia.
Los otros dos son por una orden suya para intervenir las comunicaciones en prisión entre varios implicados en un caso de corrupción relacionado con dirigentes del opositor Partido Popular (PP), y por la acusación de haber recibido 300,000 dólares del Banco Santander para una estancia en la Universidad de Nueva York entre 2005 y 2006.
Saramago, quien fue uno de los promotores de un manifiesto en el que se exigía la investigación de los crímenes del franquismo en noviembre de 2008, señaló que “Garzón es el ejemplo de que el campesino de Florencia no tenía razón cuando, en plena Edad Media, hizo sonar las campanas a difunto porque —decía— la justicia había muerto (…) Con Garzón sabíamos que las leyes y su espíritu estaban vivos porque le veíamos actuar”.
Agregó que con la suspensión del magistrado español “las campanas, después del repique a gloria que harán los falangistas, los implicados en el caso Gürtel (el caso de corrupción en el PP), los narcotraficantes, los terroristas y los nostálgicos de las dictaduras, volverán a sonar a muerto, porque la justicia y el estado de derecho no han avanzado, no han ganado en claridad, y quien no avanza, retrocede”.
En 1998, Garzón inició un proceso contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante su gobierno (1973-1990).
Saramago dijo que la noticia de ese proceso contra Pinochet fue “una de las mayores alegrías” de su vida, y condenó lo que calificó de ataque desproporcionado contra el juez español.