Los focos rojos se encienden por sabotaje en la red eléctrica del DF

Los focos rojos ante los actos de sabotaje a la red eléctrica en el centro del país se encendieron.
El gobierno federal admitió que las fallas en el servicio eléctrico pueden ser deliberadas. Sin mencionarlo por su nombre, apuntó al Sindicado Mexicano de Electricistas, que en 2009 desapareció por decreto y entre muestras de inconformidad que persisten meses después.
Tras las explosiones detectadas este miércoles en el corazón de la Ciudad de México, la secretaria de Energía, Georgina Kessel, afirmó ante medios en el Senado de la República que se trata de acciones provocadas.
“Se ha mencionado en varias ocasiones que ha habido acciones, no claras respecto a la forma como ha venido operando el sector eléctrico en el centro del país. De hecho, sí hemos tenido acciones de interrupciones provocadas, se han hecho las denuncias correspondientes”, afirmó.
La Comisión Federal de Electricidad informó esta misma semana que el estallido detectado en un registro de luz de las calles Mesones y Bolívar, en la zona céntrica de la ciudad, afectó a 700 usuarios de energía eléctrica.
De forma simultánea, hubo seis instalaciones de media tensión en el centro de la Ciudad de México “dañados de manera intencional con algún instrumento punzocortante”.
Esto provocó el estallido del transformador. No hubo lesionados ni daños.
Pero el secretario general del desaparecido Sindicato Mexicano de Electricistas, Martín Esparza, rechazó esta semana que se haya tratado de un sabotaje a las instalaciones y deslindó a sus simpatizantes de cualquier acusación.
El cobro y mantenimiento de la red de electricidad en el centro del país era administrado por la paraestatal Luz y Fuerza del Centro, la cual fue liquidada por decreto presidencial el 10 de octubre pasado. El manejo de la red eléctrica en la Ciudad de México, Hidalgo, Estado de México y Puebla pasó a manos de la Comisión Federal de Electricidad
El gobierno federal explicó que Luz y Fuerza del Centro registraba pérdidas de casi la tercera parte de la electricidad que distribuía. El subsidio, de 44 mil millones de pesos anuales de la paraestatal era equiparable a casi la totalidad del presupuesto anual del Programa Oportunidades, el más grande de asistencia social, y dos veces el presupuesto de la Universidad Nacional Autónoma de México.
De sus 40 mil trabajadores, al menos 20 mil han recibido su liquidación y otros se han mantenido en rechazo a la decisión del gobierno.
El secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas, que agrupaba a los ex empleados de Luz y Fuerza, ha encabezado movilizaciones, marchas y plantones, el más reciente en el Zócalo de la Ciudad de México.