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Vecinos del centro de rehabilitación 'Fe y Vida' cuentan lo que escucharon

Los vecinos llamaron a la policía en cuanto escucharon disparos en el centro de rehabilitación; las patrullas tardaron 15 minutos en llegar
dom 13 junio 2010 09:41 PM
Centro de rehabilitacion fe y vida en chihuahua
centro-rehabilitacion Centro de rehabilitacion fe y vida en chihuahua

“Primero escuchamos golpes en las puertas del negocio por más de cinco minutos, después muchos gritos de hombres que pedían por su vida, pero cinco minutos más tarde muchas detonaciones; pero no quisimos asomarnos para nada”, cuenta una mujer que vive cerca del centro de rehabilitación Fe y Vida, en la ciudad de Chihuahua, donde el jueves fueron masacradas 19 personas por un grupo de cerca de 20 hombres

Como ella, varios vecinos ofrecieron sus testimonios sobre lo que escucharon en los alrededores del lugar donde ocurrió la masacre, aunque prefirieron no dar a conocer sus nombres.

La mujer que da su testimonio afirma que la masacre ocurrió alrededor de las 22:30 horas. A esa hora, un grupo de hombres derrumbó la puerta del lugar. Los hechos, asegura, no duraron más de 10 minutos. 

Contó que la policía, que tiene una comandancia a menos de un kilómetro, tardó cerca de 15 minutos en llegar. Los vecinos llamaron desde que se escucharon los primeros disparos. En lugar se encontraron más de 200 casquillos.

Los vecinos contaron que desde que comenzó a funcionar el centro de rehabilitación, cada sábado llegaban muchos familiares a visitar a sus parientes que se atendían en el lugar, pero al pasar el tiempo se redujo el número de visitantes.

“El sábado pasado casi no se vieron muchas visitas, estaba muy tranquilo”, dijo un vecino. 

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A unos 100 metros del centro de rehabilitación que sufrió el ataque se encuentra otro; ambos son propiedad del pastor René Castillo.

“Sabemos que muchos de ellos (internos) vienen huyendo de algo, pero nosotros no podemos saberlo”, dijo el pastor.

Una de las líneas de investigación de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chihuahua, es que la ejecución masiva fue una venganza entre pandillas vinculadas a los cárteles del narcotráfico

Una vecina del centro dijo que ahí se encontraban los internos “más tranquilos”, y negó que formaran parte de pandillas.

“Yo me dedico a darles la palabra de Dios y todos la recibían con gusto, porque realmente buscaban rehabilitarse”, dijo otra mujer.

Ella misma contó que a partir de la masacre, las familias han comenzado a sacar a sus parientes de los centros de rehabilitación de la zona, por temor a que también sean asesinados.

Un joven que había tomado terapia y había salido del centro dos semanas antes de la masacre, también contó lo que sabía: “Es injusto que por esto que sucedió muchos de los jóvenes tengan que abandonar su rehabilitación, porque sabemos que otros de sus compañeros andan metidos en la droga”.

El joven dijo que conocía a las personas que fueron ejecutadas, y que todos querían rehabilitarse, aunque algunos sí pertenecían a bandas.

Los cuerpos de los hombres asesinados son velados desde este sábado en tres funerarias. Los gastos fueron cubiertos por el gobierno del estado.

En 2009, al menos cuatro centros de rehabilitación de Ciudad Juárez, también ubicada en el estado de Chihuahua y calificada como la ciudad más violenta de México , fueron atacados por grupos armados.

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