Los jóvenes en México, sin empleo y sin recursos para superar la pobreza

Organismos nacionales advierten que la mitad del "bono demográfico" sufre de pobreza, mientras que 8 millones no estudian ni trabajan
jovenes desempleado Cientos de personas acudieron al Palacio de los Deportes en donde realiza la feria del empleo

El llamado 'bono demográfico' en México, como se conoce al elevado

en edad productiva, sufre muchas carencias.

De los 20 millones de jóvenes mexicanos, casi la mitad enfrenta obstáculos para estudiar o trabajar, por lo que forman parte del grupo

(ni estudian ni trabajan), mientras que el 43% sufre de pobreza.

Las cifras, de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del primer trimestre de este año, y del Consejo Nacional de Evaluación para la Política de Desarrollo Social (Coneval), son el contexto de este 12 de agosto, Día Internacional de la Juventud.

Según el reporte de la Encuesta, 19% de la población tiene entre 15 y 24 años, y de ellos, 48% se dedica a estudiar y más de ocho millones

activos.

Al menos 40% de los adolescentes combina tareas del hogar con trabajo fuera de casa, mientras que el 20%

a realizar sólo labores domésticas.

El Coneval alerta que 68% de los jóvenes no cuenta con acceso a seguridad social, 44.7% no cuenta con acceso a los servicios de salud y 18.1% tiene rezago educativo.

Detalla además que 3.3 millones viven en pobreza extrema, lo que quiere decir que no tienen recursos para comprar alimentos de la canasta básica.

Además, la población joven en México que ni estudia ni trabaja, los llamados ninis, va en aumento, ya que existen ocho millones según datos de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), revelados el pasado lunes.

Su presidente, Gerardo Gutiérrez, advirtió que de no aprovechar a la población en edad productiva, en unos años México será una nación adulta en la que, por falta de cultura preventiva, se perderá la creatividad y energía de más de 50% de este

que no tiene un aporte cultural, económico o social.

Estamos en el pico del llamado bono demográfico, que en breve empezará a decrecer, hasta que nos convirtamos en una nación de adultos y adultos mayores, en un futuro cada vez más próximo. Desafortunadamente, no contamos con la previsión social necesaria para afrontar este desafío, y estamos

gran parte de la energía y
de la juventud, concluyó.