Cuando la lucha en contra del
No son pocos los que quieren conocer, de primera mano, cuáles son los entramados de las poderosas organizaciones criminales y quiénes mueven sus hilos.
Sin embargo, no todos tienen acceso. El Museo de Enervantes, inaugurado en 1985, nació como un centro de capacitación para los miembros del Ejército y más recientemente un lugar donde los estudiantes de carreras a fines pueden visitarlo, previa cita.
10 pequeñas salas sintetizan lo que ha sido el
Una exhibición donde las piezas que más acaparan la atención son las que pertenecieron a los narcotraficantes más conocidos.
Por ejemplo, un arma de grueso calibre con chacha de oro e incrustaciones de diamantes y esmeraldas, que perteneció a Amado Carrillo Fuentes, conocido como El Señor de los cielos, y que le incautaron las autoridades a Joaquín El Chapo Guzmán en Guatemala.
Rastros del poder y del dinero convertidos en monedas de oro, cubiertas de celulares que pertenecieron a Benjamín Arellano Félix, o una costosa montura con incrustaciones de plata, incautada a Ignacio Nacho Coronel Villareal dos meses antes de su muerte.
Aunque de manera breve, el museo también hace hincapié en lo que se ha llamado la cultura del narco. La música y sus aficiones entremezcladas con las figuras que muchos de ellos veneran: la Santa Muerte y Jesús Malverde, conocido como el santo y patrono de los narcotraficantes.
Son las huellas dejadas, luego de una persecución o una captura. Muy distintas a las que se consignan a diario en las redacciones y a las zonas donde la gente está muy lejos del brillo de las cachas de oro, aunque muy cerca de sus efectos.
Cifras contra el narcotráfico de la Sedena
- Bajas mortales del Ejército: 2 generales, 18 jefes, 117 oficiales, un cadete y 531 elementos de tropa (desde enero de 1989)
- Plantíos destruidos: 739 mil 393, equivalentes a más de 75,000 millones de pesos (desde el 1 de diciembre al 10 de junio de 2010)
- Armas incautadas: 180,000 (desde 2006 a la fecha)