El crimen organizado, el único que ofrece alternativas a los jóvenes
Son siete millones y medio, según el rector de la UNAM, José Narro; 285,000 para la Secretaría de Educación Pública (SEP), para el presidente Felipe Calderón “son un montón”.
No existen cifras exactas sobre el número de jóvenes mexicanos que no estudian ni trabajan, lo cierto es que el crimen organizado les está dando las oportunidades que la sociedad y el Estado les han negado, según los especialistas.
Alejandra García tiene 23 años. Hace unos meses regresó a la universidad en busca de su vocación, aunque estuvo muy cerca de convertirse en una más de los llamados ninis.
"Yo no necesito que el gobierno venga y me diga 'consigue trabajo, métete a estudiar’. Yo sé que tengo que hacer eso, sólo necesito que me den una oportunidad ”, dijo a CNNMéxico.
Carlos Cruz, director de la asociación Cauce ciudadano, señala que la población entre 14 y 29 años que no ha encontrado espacios en las instituciones educativas ni en el mercado laboral “se han convertido en la carne de cañón de esta guerra (contra el narcotráfico). Son jóvenes los soldados, son jóvenes los sicarios, son jóvenes los que mueren por balas perdidas, son jóvenes los que tienen miedo de salir de sus casas… son los más afectados ”.
En conferencia de prensa, Nashieli Ramirez, de la organización Ririki, detalló que en los últimos años se ha visto un descenso en la edad de quienes son coptados por el crimen.
“Cada vez son más niños. Antes estaban en un rango de entre 17 y 20 años, y ahora están entre los 12 y 15 años de edad”, detalla Ramírez.
Debido a la presencia del crimen organizado en el norte del país, es ahí donde los jóvenes han resentido más las secuelas de esta batalla.
Para Carlos Cruz, el problema es que el Ejército está en las calles, pero sólo “para intimidar y criminalizar a los jóvenes, y no para hacer el trabajo social que los rescate de ese infierno”.
Refirió que, según la encuesta de Desigualdad y exclusión educativa realizada por la SEP, en 2009 un 20% de los jóvenes decía que tenía acceso a las drogas en su escuela, mientras que este año la cifra es de 50 por ciento.
“Esto obviamente habla de un incremento en el pandillerismo, relacionado también con la deserción escolar. Es un círculo vicioso que sólo con programas integrales puede combatirse”.
Alejandra, quien también tuvo la oferta del crimen para unirse a sus filas pero decidió buscar una organización civil que la orientara, lamenta que el narcotráfico no sea combatido desde otros frentes.
“Quieren acabar con las balas, lo que podría acabarse con programas sociales, con apoyo, con escuchar a sus jóvenes”.
En el contexto del la Conferencia Mundial de la Juventud, que se celebra en Guanajuato, Nashieli Ramirez advierte que mientras no se consulte a los jóvenes y se les haga parte de las propias políticas que los benefician, “cualquier encuentro internacional es una faramalla mediática que a largo plazo no sirve de nada”.
Ahora van por las mujeres
Ambos especialistas coinciden en que también se ha visto la 'feminización' del crimen organizado, pues cada vez más mujeres son reclutadas por estos grupos .
“Justamente por la criminalización de los varones, saben que a las mujeres no las revisan, que pasan libremente, y por eso empezaron a cumplir otras funciones dentro del crimen para distribuir drogas y armas ilegales”, explica el director de Cauce ciudadano.
Detalla además que, al momento de ser detenidas, las mujeres “pagan su libertad con servicios sexuales, además de fuertes cantidades de dinero”.
Ramírez alerta no sólo sobre el incremento de la participación femenina en la delincuencia, sino también que son más las víctimas mujeres y menores de edad.
“En lugares como Ciudad Juárez, muchas jovencitas son secuestradas sólo porque les gustan a los jefes de los sicarios. Ni el Estado ni sus padres pueden ya protegerlas”, puntualizó.