Comida mexicana, fiesta de Chiapas y canto purépecha, patrimonios UNESCO
La cocina tradicional mexicana, la fiesta de los parachicos de Chiapa de Corzo, en el sureste del país, y la pirekua, un canto tradicional de la cultura indígena purépecha, etnia indígena oriunda del occidente del país, son desde este martes Patrimonio Inmaterial de la Unesco.
México ya había intentado, en 2006, que su gastronomía engrosara la lista de Patrimonio Inmaterial , pero en ese entonces la Unesco consideró que la candidatura estaba "demasiado enfocada hacia lo antropológico".
La cocina tradicional mexicana, que tiene una gran difusión en todo el mundo, está basada en platillos hechos con base en maíz, frijol y chile.
La tradición de los parachicos, considerada la principal festividad de Chiapa de Corzo, en el sureño estado de Chiapas, tiene casi tres siglos de tradición e incluye una serie de instrumentos musicales como el tambor y el silbato, además de rezos típicos y máscaras.
La fiesta de los parachicos se celebra cada año del 4 al 23 de enero con la participación de unos 6,000 danzantes que salen a bailar en las calles de la localidad chiapaneca.
La pirekua, canto tradicional de los purépechas, se originó a mediados del siglo XIX y es interpretado en lengua indígena y en español por los pieris, que habitan la meseta tarasca, la zona lacustre y la Cañada de once de los pueblos del estado de Michoacán.
México ya logró en 2008 que el tradicional Día de muertos ingresara en la lista de Patrimonio Inmaterial, y el año pasado se incluyeron los lugares de memoria y tradiciones vivas de las culturas otomí y chichimeca, y la ceremonia ritual de los voladores de papantla.
El Comité Intergubernamental de la Unesco, reunido desde este lunes en Nairobi, Kenia analiza 47 candidaturas presentadas por sus países miembros.
La Convención para la salvaguarda del Patrimonio Inmaterial se creó en 2003 y cuenta con 132 estados miembros.
El patrimonio cultural no se limita a sus manifestaciones tangibles, como los monumentos y los objetos que se han preservado a través del tiempo. También abarca las que innumerables grupos y comunidades de todo el mundo han recibido de sus antepasados y transmiten a sus descendientes, a menudo de manera oral.
Otras candidaturas que recibieron el reconocimiento de la UNESCO fueron el flamenco (España), la dieta mediterránea (Italia, Grecia y Marruecos), los castells catalanes (las torres humanas que se levantan en las plazas de Cataluña), el canto de la sibila mallorquín (isla de Mallorca) y la cetrería (Emiratos Árabes Unidos) .