Las muertes violentas presuntamente vinculadas con el crimen organizado fueron 15,273 durante el año pasado, el más violento desde que inició la lucha por la seguridad del gobierno federal en 2006.
El número de homicidios tuvo un crecimiento constante durante todo 2009 y hasta el último trimestre de 2010, finalmente hubo una caída de 10%, según los datos del vocero mexicano para asuntos de seguridad.
Alejandro Poiré explicó en una nueva sesión de los que los homicidios por acciones relacionadas con el crimen organizado siguen siendo un fenómeno focalizado: 85 municipios concentraron de diciembre de 2006 a diciembre de 2010 el 70% de esas muertes.
En ese periodo la cifra total es de 34,612, según los datos del gobierno federal.
"La distribución año por año, la concentración de los homicidios es relativamente estable. En 2010, el 50% de los homicidios se dieron prácticamente en tres entidades: Chihuahua con el 30%, Sinaloa con el 12% y Tamaulipas con el 8%", dijo Poiré.
El gobierno federal contempla que el fenómeno de violencia se debe a conflictos entre grupos criminales, a que éstos incursionaron en otras actividades delictivas y a que modificaron su modelo de negocio.
"El 89% de los homicidios fueron para amedrentar rivales o disciplinar a los socios de determinada organización delictiva", explicó el vocero de seguridad.
Poiré volvió a hacer énfasis en que en los últimos años se ha capturado o han muerto , lo que representa en la estructura de los grupos criminales.
En una nueva sesión de los Diálogos por la Seguridad con organizaciones de la sociedad civil y representantes religiosos, el presidente porque "está empezando a dar resultados".