Cerca de 10,000 personas despiden al obispo Samuel Ruiz en Chiapas
Diáconos y catequistas indígenas de la Diócesis de San Cristóbal celebraron al obispo Samuel Ruiz García, durante una ceremonia religiosa en la que se escucharon cánticos religiosos en lenguas nativas, e instrumentos tocados por los sobrevientes de la masacre de Acteal, quienes sostuvieron que gracias a Tatik Samuel ya no caminan encorbados ni bajan la cabeza ante el poderoso.
Fue un reconocimiento a la trayectoria de Tatik Samuel, quien fue fundamento de la teología india y la teología de la liberación en Chiapas y en México, explicaron los sacerdotes, catequistas y diáconos que dirigieron las danzas rituales y oraciones en tzotzil, tojolabal, chol y tzeltal, en una ceremonia a la que asistieron unas 10,000 personas, la mayoría de ellas indígenas.
A la celebración religiosa donde feligreses, religiosos y familiares dieron su testimonio sobre el legado que les dejó el Obispo Samuel Ruiz, también asistieron políticos de Chiapas, y el panista Luis H. Álvarez, en representación del presidente Felipe Calderón.
Cuando el párroco Heriberto Cruz Vera tomó la palabra, recordó que el obispo Samuel Ruiz sufría acciones por parte de políticos que se decían sus amigos cuando fue mediador por la paz, y cuando los sacerdotes reclamaban estas actitudes, él repondía: “Sigue siendo mi amigo, es un mal amigo pero es amigo”.
“Así era nuestro obispo Tatik Samuel, abierto a todos, amigo de todos. Su misión era extender el evangelio”, refiró Cruz Vera, quien acompañó a Samuel Ruiz durante sus últimos días. Recordó que poco antes de morir alzó la mano, hizo una gran cruz y nos bendijo a todos. “Así vivió y así murió: en paz”.
El sacerdote Gonzalo Ituarte, quien fue vicario de la Diócesis cuando la presidió Samuel Ruiz, señaló que en el tiempo que fungió como enlace del obispo con la sociedad civil y la sociedad política, particularmente en el periodo en el fue mediador en los llamados Diálogos de Paz entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el gobierno federal, “pude observar cómo Tatik Samuel poseía una sabiduria profunda que le permitia transitar y relacionarse con todos sin perder su ubicación”.
La ceremonia de este día fue marcada por el testimonio de religiosos y seglares de la Diócesis de San Cristóbal, pero ante todo por los indígenas que llegaron de cientos de comunidades de la región. Incluso guatemaltecos que se refugiaron en Chiapas durante la década de 1980, huyendo de la guerra de su país.
“El nos defendió de los militares guatemaltecos, sabemos que él está vivo y seguirá acompañarnos”, expresó uno de ellos, indígena de la etnia mam.
Sin embargo, fueron las palabras de los sobrevivientes de la masacre de Acteal —hecho en el que murieron 45 indígenas en manos de grupos de civiles armado, en diciembre de 1997—, los que sintetizaron la albor de Samuel Ruiz para formar a la llamada Iglesia Autóctona y su preferencia por los pobres y los indígenas, quienes formaban y siguen formando la mayoría de los feligreses de la Diócesis de San Cristóbal.
“Te agradecemos por enseñarnos a luchar por la vía pacífica como nuestro Señor Jesucrito; tú nos enseñaste la teología india, la teologia de la liberación. Te vas pero quedas en nuestro corazon, y los frutos de tu trabajo aquí seguirán dándonos frutos. La organización las Abejas es un ejemplo de los frutos de tu trabajo”, expresaron en la homilía.
“Gracias a ti Tatik Samuel ya no caminamos encorbados, ya no bajamos la cabeza ante el poderoso. Te pedimos muchas disculpas si a veces no nos portamos bien contigo. Tú eres nuestro hermano, tú eres nuestro padre, tú eres nuestro abuelo. Tú eres un ejemplo del gran cuidado del pueblo oprimido.
“Sabemos que papá y mamá Dios ahí te esperan. Tatik Samuel te pedimos que no nos olvides y cuando hables con nuestro papá y mamá Dios, dile por favor que la masacre de Acteal sigue impune. Tatik Samuel, hermano padre y hermano esperamos encontrate de nuevo”, expresaron los indígenas de Acteal.