Mexicano narra la agresión que sufrió en Egipto durante una manifestación
Miguel Ramírez, el turista mexicano que fue agredido en las protestas antigubernamentales en Egipto , afirmó que cuando era golpeado en un retén en El Cairo, la capital egipcia, llegó a temer por su vida.
"Tenía tipos que estaban golpeándome en el cuello. (…) Llegué a sentir una situación… fue muy difícil. (…) La idea de la muerte en algún momento me pasó por la cabeza", dijo Ramírez este viernes a su regreso a México.
En una conferencia de prensa en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México, Ramírez relató que, cuando estaba en medio de una manifestación, uno grupo de hombres empezó a golpearlo, incluso con palos de golf.
Fuerzas de seguridad egipcias lo rescataron, se identificó con su pasaporte y logró abandonar el lugar. Después se dirigió a la embajada mexicana para solicitar ayuda para salir del país africano.
"El odio que tenían estos chavos, de 18, 20 años, no entiendo cómo están atentando contra algo tan valioso como el turismo", dijo.
De acuerdo con su testimonio, la mayoría de los manifestantes decía que el presidente Hosni Mubarak "se tiene que salir" del gobierno, pero "hay una represión tremenda, los medios están controlados (…) entre 90%, 80% de los policías están vestidos de civil".
A principios de semana, el gobierno mexicano informó que unos 100 turistas mexicanos habían solicitado ayuda para abandonar Egipto por temor a las protestas y que se mantenía en contacto con los 200 mexicanos que residen en territorio egipcio. El miércoles salió un grupo de 35 turistas y este viernes otro con 11, entre ellos Ramírez.
Durante la conferencia de prensa, el director de Protección a Mexicanos en el Exterior de la Cancillería mexicana, Daniel Hernández, dijo que "se ha reforzado la seguridad de la embajada y de su personal", a fin de seguir apoyando a los mexicanos que lo requieran.
Las protestas contra el gobierno de Mubarak comenzaron el 25 de enero. Esta semana, sus opositores y partidarios se enfrentaron en incidentes que han dejado al menos ocho muertos y 800 heridos.
En varias ocasiones, la comunidad internacional ha llamado a Mubarak a llevar a cabo una transición pacífica para salir de la crisis política.