Elecciones en Baja California Sur: donde el PAN y el PRD se separaron
Este domingo 6 de febrero, el estado mexicano de Baja California Sur, en plena temporada del arribo de la ballena gris a Laguna Ojo de Liebre y Bahía Magdalena, será el escenario de una jornada electoral en la que se elegirán gobernador, cinco presidentes municipales y 15 legisladores locales .
Se trata de los segundos comicios de 2011. El domingo pasado el sureño estado de Guerrero celebró elecciones y ganó la coalición Guerrero nos une , integrada por el PRD, PT y Convergencia.
Desde 1999, Baja California Sur ha sido un estado gobernado por ex priistas abanderados por la coalición de izquierda del Partido de la Revolución Democrática y el Partido del Trabajo.
En los últimos 12 años ha surgido una división interna en la alianza de izquierda, de la que el principal beneficiario es el Partido de Acción Nacional (PAN), de derecha, donde milita el presidente Felipe Calderón.
El candidato del PAN es el ex perredista y ex priista, Marcos Covarrubias, que se inconformó por "la imposición de un candidato oficial", por parte del actual gobernador Narciso Agúndez Montaño.
Covarrubias tiene como principales contrincantes al priista, Ricardo Barroso Agramont, y al candidato perredista, Luis Armando Díaz.
En representación del partido nueva Alianza, figura Blanca Meza.
Los tres principales candidatos se dan como seguros ganadores. Los perredistas apuestan al "efecto Guerrero", donde derrotaron al PRI con una diferencia de 13 puntos después de que el candidato del PAN declinó a favor del PRD.
En las elecciones de Baja California Sur, las autoridades electorales prevén una participación de alrededor del 65% de una lista electoral de 419 mil ciudadanos con credencial de elector.
El jueves estuvo en la capital, el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, para firmar junto con el gobernador Agúndez Montaño, el protocolo para unas elecciones limpias y trasparentes.
Con Blake Mora llegaron los ocho ministerios públicos que la Fiscalía Especializada en la Atención de Delitos Electorales (Fepade) de la Procuraduría General de la República asignó a la jornada electoral de este domingo.
Las acusaciones cruzadas de “juego sucio” entre los partidos finalistas, particularmente entre el PRI y el PAN . Los priistas acusaron a los panistas de haber contratado “un ejército de delincuentes electorales".
En respuesta a estas acusaciones, y la detención de repartidores de volantes de propaganda negra, el Presidente del Comité Directivo Estatal del PAN, Alfredo Zamora, a los medios que se trata de una coartada de los priistas para confundir al electorado.
Siete senadores del Partido Revolucionario Institucional acudieron al Palacio de Gobierno, con el fin de entrevistarse con el gobernador, Narciso Agúndez, pero el mandatario sudcaliforniano no estuvo en su despacho.
“Veníamos a pedirle al gobernador que cumpliera con su obligación de garantizar el proceso de elección”, expresaron a los pocos medios ahí reunidos, los senadores Francisco Herrera, Norma Esparza, Rosalinda Mondragón, Socorro García, Magaly Ramírez, acompañados por el delegado del Comité Ejecutivo Nacional priista en Sudcalifornia Rogelio Rueda y el secretario de la mesa directiva de la Cámara Alta Cleominio Zoreda.
Y si Barroso estuvo cobijado por parte de la cúpula del PRI, Covarrubias recibió la visita de Diego Fernández de Cevallos, el ex candidato presidencial del PAN, liberado de un secuestro de más de siete meses en diciembre pasado. Además, acudió la líder de la bancada panista en la Cámara de Diputados, Josefina Vázquez Mota. Por su parte, Luis Armando Díaz, contó en su cierre de campaña con la presencia del diputado del PT, Porfirio Muñoz Ledo, ex presidente nacional del PRI y del PRD; y del actual líder perredista, Jesús Ortega.
Poco antes del cierre de campañas, quien atrajo la atención fue el ex gobernador perredista (1999-2005), y ex dirigente nacional del PRD, Leonel Cota Montaño, actual candidato del Partido Nueva Alianza a la alcaldía de Los Cabos.
Cota Montaño, quien hace unos meses rompió con su primo hermano, el gobernador Agúndez —en la pugna por las candidaturas perredistas—, se pronunció a favor de Ricardo Barroso Agramont, el candidato del PRI.