Turistas ricos, dispuestos a pagar por un viaje a la violencia de México
Europeos y estadounidenses de alrededor de 35 años y con una capacidad económica alta son los principales clientes del "turismo negro" o "de morbo", una tendencia a visitar lugares peligrosos, violentos o pobres que ha crecido en la última década en México, según la empresa Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial (GMSI).
"Todo comenzó de manera paulatina con los llamados springbreak", estudiantes extranjeros que visitan las playas mexicanas en busca de diversión sin límites. "Más tarde las demandas de recorridos peligrosos comenzaron a proliferar en todo el país", explica Alejandro Desfassiaux, presidente de GMSI.
GMSI presentó recientemente el estudio Perspectivas turísticas, según el cual, México registró una caída del turismo tradicional del 0.5 % debido a la violencia y la inseguridad al mismo tiempo que se incrementó el número de viajeros que piden vivir emociones fuertes.
Hace una década aproximadamente, recordó Desfassiaux, los extranjeros comenzaron a pedir, "casi de manera imperceptible" recorridos "inusuales a lugares donde hubo una masacre ". Ahora piden "incluso fotografías de impacto de bala y hasta rastros de lucha entre cárteles (de droga)".
En diciembre del 2006, el presidente de México, Felipe Calderón, emprendió la Estrategia Nacional de Seguridad, una campaña para erradicar al crimen organizado. Desde esa fecha y hasta diciembre del 2010 han muerto más de 30,000 personas en incidentes violentos, de acuerdo con cifras de la Procuraduría General de la República.
Experiencias al límite
Entre los recorridos que ofrece el turismo de morbo está el viaje Chiapas: Aniversario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y del levantamiento Zapatista.
Un recorrido por las comunidades indígenas más apartadas del país para ver cómo viven, cómo se rigen, y para poder entender "la inequidad histórica que han vivido" tiene un costo de 950 dólares más el viaje en avión.
El mismo paquete incluye una visita a zonas donde la agricultura ha sido devastada por la entrada en vigor del TLCAN, o poblaciones "donde los hombres han emigrado a los Estados Unidos" y han dejado atrás "a las mujeres solas al cuidado y la educación de los niños".
El Parque Ecológico Alberto, en el estado Hidalgo, en el centro del país, ofrece a los turistas la oportunidad de vivir una persecución de falsos policías fronterizos que, al atrapar a los cansados viajeros, los insultan en inglés para que se den una idea de que lo que deben padecer los migrantes ilegales.
En la frontera norte se ofrece el paquete Frontera México-EU: problemas de salud, laborales, migratorios y ambientales. Incluye visitas a maquiladoras y reuniones con obreros y gerentes "para conocer desde dentro el funcionamiento de estas empresas". El costo: 750 dólares.
La oferta incluye una visita a "a un refugio de migrantes para escuchar de primera mano sus historias, desde cómo fueron expulsados por la miseria de sus comunidades hasta cómo llegaron a un país extraño”.
En la capital del país , la Ciudad de México, se ofrecen recorridos por el barrio de Tepito, centro de contrabando, narcotráfico y piratería. La visita incluye una parada en el santuario de la Santa Muerte y entrevistas con familiares de jóvenes asesinados o heridos.
La industria del turismo en México deja una derrama económica anual de unos 5,000 millones de pesos (aproximadamente 414 millones de dólares), de acuerdo con dato de la Secretaría de Turismo.
En 2010, más de 22 millones de personas visitaron el país, "la misma cifra que en 2008, el mejor año de la historia", dijo la secretaria de turismo, Gloria Guevara, durante la Feria Internacional de Turismo celebrada en Madrid el 18 de enero pasado.