El gobernador de Guerrero pide que permanezca el Ejército en su estado
La permanencia del Ejército en el estado de Guerrero ante los actos violentos registrados continuará, anunció el gobernador, Zeferino Torreblanca, cuya administración concluye el 31 de marzo próximo.
Después de que 11 personas fueron asesinadas este fin de semana, Torreblanca confirmó que se renovó la presencia de las fuerzas federales con la llegada de un grupo adicional.
Adelantó que firmará un convenio con la federación para permitir a las fuerzas de seguridad federal y del Ejército Mexicano permanecer por más tiempo en Guerrero con vigilancia permanente.
“Yo espero que sigan, para eso he luchado, para que estén. Yo creo que deberían seguir aquí vigilando hasta para el próximo gobierno, salvo que el próximo gobierno no lo quiera”, confió.
A mes y medio de su salida de la gubernatura de Guerrero, Torreblanca Galindo reprochó que hace seis años recibió una policía estatal “deshecha”, con un alto número de efectivos dedicados a resguardar casas y vehículos de funcionarios.
Torreblanca fue el primer gobernador de izquierda que logró arrebatar la gubernatura al Partido Revolucionario Institucional (PRI); su candidatura hace seis años fue impulsada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), aunque durante su administración sostuvo fracturas con la dirigencia estatal de ese partido.
En su discurso -durante un desayuno que le organizó una asociación civil-, el mandatario de esta entidad sureña comenzó a despedirse y adelantó que mañana martes se reunirá con el gobernador electo, Ángel Aguirre Rivero , para discutir temas de la entrega-recepción.
“Esperamos congruencia del próximo gobierno. No vamos a dar recomendaciones, él (Ángel Aguirre) tiene experiencia, y ahí están los documentos. Hoy vivimos periodos democratizadores, es bonito ganar pero después viene el camino sinuoso”.
Torreblanca Galindo rechazó que tenga previsto emitir alguna recomendación al gobernador electo, y que será de su competencia dar seguimiento al trabajo de vigilancia y seguridad que ha integrado la Policía Estatal, Policía Federal y el Ejército Mexicano en Guerrero.
“Recibí una policía deshecha, eran al menos 800 policías que estaban vigilando casas o eran choferes de políticos. Nos llevó 5 años y medio cambiar todo esto, ahora tenemos 3,500 policías capacitados para vigilar a la población y tenemos 7 cuarteles regionales”, precisó.
Al final de su discurso, pidió disculpas por las fallas cometidas durante su sexenio y se dijo ser ya “un cadáver político”, ante los cuestionamientos de próximos cargos a ocupar.