Activistas y científicos piden revisar la política nuclear de México
Las fallas en la planta nuclear de Fukushima Daiichi , afectada por el sismo y tsunami del pasado viernes en Japón , colocaron a varios países ante la disyuntiva de continuar o frenar la producción de energía atómica.
México tiene sólo una central, conocida como Laguna Verde, y está ubicada en el Golfo, frente al estado de Veracruz. Produce el 4% de la energía que consume el país y desde su puesta en marcha, en 1990, no reporta ningún accidente grave.
Horas después de ocurrido el sismo y el posterior tsunami que dañaron centrales nucleares niponas, Alemania , India y Suiza ordenaron una revisión inmediata de las plantas que operan en sus respectivos países y anunciaron moratorias en la construcción de más proyectos de este tipo
Autoridades mexicanas aseguran que la planta y sus dos reactores son segurosy apuestan por aumentar la generación de este tipo de energía hasta en un 10% en los próximos 14 años .
La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinoza dijo desde Bruselas este martes que Laguna Verde es la única planta nuclear que tiene México y no hay planes para que se construya una más porque apuesta por la generación de energía limpia a través de fuentes renovables
Algunos legisladores han solicitado que la seguridad en la planta sea revisada. Entre ellos, el presidente de la Cámara de Diputados, el priista Jorge Carlos Ramírez Marín.
"No está de más que ahora aprovechando esta situación y los conocimiento que deja la Comisión de Energía se avoque a solicitar información de que pasaría con nosotros en una situación similar", dijo ante medios este martes.
Grupos ecologistas, expertos en temas nucleares y movimientos ciudadanos piden el cierre de la plataforma nuclear por considerarla un peligro latente.
"Es el momento oportuno para que el gobierno mexicano frene completamente de aquí a muchos años cualquier intento de instalar plantas nucleares en Laguna Verde, Sonora o cualquier otro sitio donde se esté considerando, hasta que el tema no se estudie a profundidad", dijo a CNNMéxico, el físico y catedrático de Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Rubén Dorantes Rodríguez.
El también coordinador de la licenciatura en Ingeniería Física de la UAM, manifestó que hasta ahora Laguna Verde ha operado dentro de los estándares de seguridad requeridos; sin embargo, advirtió que no hay plantas invulnerables como ya lo demostraron las instalaciones nucleares de Japón.
"Laguna Verde no ha tenido problemas importantes en su seguridad, ha operado adecuadamente a costa de inversiones muy costosas... pero lo que demuestra Japón es que un solo evento que puede presentarse en cualquier parte del mundo existe un riesgo y no es un riesgo menor", acotó.
Explicó que México no necesita de la energía nuclear porque puede abastecer la demanda con diversas fuentes limpias y renovables, entre ellas la solar y la eólica (viento).
Alejandro Frank Hoeflich, director del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coincide en que Laguna Verde es una planta tan segura como cualquier otra en su tipo.
Utiliza la analogía de un avión para explicar que algunas estructuras a pesar de los riesgos que entrañan arrojan beneficios de los cuales la humanidad no debería prescindir.
"Estadísticamente incluso es más peligroso viajar en auto que en avión y no por ello dejamos de utilizar estos recursos... en cuestión de plantas de generación de energía, la nuclear tiene mejor récord con menos accidentes que la petrolera", advierte.
"En México, que también es sísmico, Laguna Verde es tan seguro como cualquier otro reactor nuclear, no creo que debiéramos preocuparnos y esperar que algo que está en nuestro país no está bien manejado", señaló.
Contrario a Dorantes, el científico de la UNAM, opina que por ahora, la energía nuclear es una buena opción para el país.
"La perdurabilidad del petróleo no está garantizada y las energías limpias son una opción pero están lejos de satisfacer la energía que requiere el mundo, los países que no tienen petróleo generan el 90% de su electricidad con reactores nucleares", agregó.
Ambos científicos coinciden, sin embargo, en que los daños causados a plantas nucleares niponas obligarán a cambios en las políticas de protección civil en torno a estas estructuras.
"En muchas agendas de protección civil de plano no estaban considerados los riesgos de un tsunami en plantas nucleares. Japón es una alerta para los países que tenemos sismicidad en nuestras costas, tenemos que reflexionar mucho en torno a la protección de la gente", advirtió Dorantes Rodríguez.
Laguna Verde se ubica en Veracruz, frente a las costas del Golfo de México, en una zona donde no hay fallas geológicas. En caso de huracán, la planta tiene un sistema para apagar los reactores de forma paulatina, de acuerdo Julio Martineli, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Laguna Verde
La planeación y construcción de la Central Nuclear de Laguna Verde inició en la década de los años 70 y el primer reactor entró en operaciones en 1990, y cinco años después se puso en marcha el segundo y último hasta la fecha.
A lo largo de casi 21 años, grupos ambientalistas, principalmente la organización internacional Greenpeace México, han documentado algunas fallas de la central y de los riesgos que implica para la población.
Refieren la fuga de vapor radioactivo, apenas 13 días después de la apertura de la planta y el peligro que representa la construcción de la central en zona sísmica.
A finales de 1999, la Asociación Mundial de Operadores Nucleares (WANO, por sus siglas en inglés) elaboró un informe, cuyas conclusiones no fueron difundidas públicamente, aunque según Greenpeace tuvo acceso al documento y difundió algunas de las conclusiones.
"No se reconoce la cultura de la seguridad como un tema en la planta; el Programa de experiencias en Operación no es una barrera efectiva para prevenir eventos en la planta; no existe un programa para identificar los problemas del desempeño humano", citaba entre otras observaciones el documento que difundió la organización ambientalista.
El 25 de febrero de 1987, mujeres, habitantes de los poblados aledaños a la planta nuclear, crearon el Grupo Antinuclear Madres Veracruzanas, quienes basadas en la experiencia del accidente en Chernóbil (1986) , se oponían a la puesta en marcha de Laguna Verde.
El grupo aún trabaja para demostrar a las autoridades que la planta representa un peligro latente en las comunidades cercanas.
"Cualquier planta nuclear contamina, eso está demostrado científicamente, generan desechos radioactivos y en ninguna parte se sabe que hacer con ellos", dijo a CNNMéxico, Claudia Gutiérrez, integrante del grupo antinuclear.
Auxiliadas por expertos, las Madres Veracruzanas han documentado fallas, como la ausencia de una adecuada política de protección civil en torno al manejo de la planta en una eventual tragedia, mientras que las rutas de evacuación son insuficientes.
Gutiérrez señala que existe una especial preocupación porque aunque no hay cifras oficiales, se tiene la certeza de que los casos de cáncer en niños, han aumentado en los últimos años.
En el año 2002, Greenpeace y las Madres Veracruzanas presentaron 22 documentos internos de Laguna Verde que resaltaban fallas en el funcionamiento de la planta nuclear.
Más energía nuclear para México
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) anunció en 2010 la intención de aumentar en los próximos 14 años, hasta en un 10% la producción de energía nuclear en México.
Según Greenpeace, la CFE invertirá en los próximos años más de 6,000 millones de pesos en un proyecto para incrementar en 20% la capacidad de generación de Laguna Verde. La obra fue asignada a las empresas Iberdrola (España) y Alstom (Francia).
"Greenpeace, en su documento de Revolución Energética, muestra la sustentabilidad del uso de la energía renovable y que es posible generar electricidad suficiente para una economía en crecimiento sin amenazas al clima ni al medio ambiente", refiere el grupo ambientalista en el documento de junio de 2010.