A un año de la muerte de sus dos alumnos, el Tec hace un llamado a la paz
El Tecnológico de Monterrey, una de las casas de estudio más importantes de México, cometió un error al señalar que eran delincuentes los estudiantes de maestría abatidos durante un enfrentamiento entre militares y presuntos delincuentes , Jorge Antonio Mercado y Javier Francisco Arredondo, aseguró el ex rector de la institución, Rafael Rangel Sostmann, en un evento que conmemoró el primer aniversario de sus muertes.
“Tal parece que este valor de búsqueda de la verdad no es algo muy arraigado en nuestra cultura. Con frecuencia tendemos consciente o inconscientemente a querer dar carpetazo o esconder la información con el fin de no intranquilizar a la población, pero esto sólo nos lleva a vivir con los ojos vendados (…) Yo los invito a que hagamos de la búsqueda de la verdad el eje de nuestra vida”, enfatizó.
El 19 de marzo de 2010, Mercado y Arredondo fallecieron frente al Campus Monterrey en un fuego cruzado. Tras su muerte, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) inició una investigación que derivó en una recomendación a las autoridades que participaron en los hechos, como el Ejército.
Después de entablar comunicación con la procuraduría del estado a raíz de la muerte de los estudiantes, el Tecnológico de Monterrey anunció que eran miembros de la delincuencia organizada, pero más tarde esto fue desmentido por la misma institución.
En el llamado Jardín de las Carreras, ubicado en el corazón del Campus , aproximadamente 100 personas se reunieron para recordar a los estudiantes en una ceremonia que convocaba a la paz y donde estuvieron presentes los padres de familia de los fallecidos, estudiantes y autoridades de la institución.
La coordinadora del evento, Regina Garza, destacó que el objetivo del acto fue poner sobre la agenda la paz que necesita el país: “¿Cuándo fue que perdimos la paz?, ¿En qué momento perdimos el control sobre la patria?, ¿quién o quiénes son los responsables?”, cuesionó.
La Federación de Estudiantes del Tecnológico de Monterrey, representada por Adrián Martínez, afirmó que sintió miedo, coraje y enojo por los hechos, pero que de alguna otra forma sirvieron para que los alumnos entendieran que se tienen que hacer responsables de lo que pasa en su sociedad.
Aproximadamente una hora después de la ceremonia, una treintena de estudiantes clamaron justicia frente de la rectoría del Campus Monterrey. El estudiante de Ciencias Políticas, Joel Gastelum, dijo que a un año de la tragedia no se sabe la verdad: “Existe una autocensura de las instituciones y de la gente que se esperaba le diera un seguimiento tanto a la denuncia como a las propuestas que se hicieron”.