Calderón pide a legisladores de EU frenar la venta ilegal de armas
El presidente Felipe Calderón reiteró este martes su petición al Congreso de Estados Unidos de frenar la venta ilegal de armas, informó la Presidencia de la República.
En una reunión con legisladores estadounidenses en la residencia oficial de Los Pinos, Calderón "reiteró la importancia de combatir de manera más firme y eficaz el tráfico de armas y solicitó a los congresistas la aplicación de medidas más estrictas para detener el trasiego ilegal de armas y dinero en efectivo hacia nuestro país", informó un comunicado.
Casi el 90% de las armas clandestinas en México provienen de Estados Unidos, según el gobierno mexicano.
En su última visita al vecino país del norte en mayo pasado, el presidente Calderón compareció ante el Congreso de Estados Unidos y pidió “leyes más fuertes para no proveer de armas a los criminales”. Calderón detalló que su gobierno había incautado en los últimos dos años 75,000 armas de asalto, de las cuales 80% provenían de Estados Unidos.
Los intentos por evitar el contrabando de armas a México se han enfrentado contra un pobre control en la venta de armas, y contra la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense, que otorga el derecho a poseer armas.
De las 12,000 tiendas de armas en Estados Unidos, unas 6,700 están en la frontera con México , según la Oficina de Control de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés).
El debate sobre el tráfico ilegal de armas se reavivó después del asesinato del agente estadounidense Jaime Zapata en febrero pasado.
Sin embargo, las armas de contrabando han sido usadas desde hace más de 15 años en algunos de los crímenes más importantes en México .
El gobierno de Felipe Calderón inició una estrategia de combate frontal al crimen organizado en 2006, y ha denunciado en varias ocasiones que la delincuencia organizada en México, donde destacan los grandes cárteles, combate a las fuerzas federales con armas ilegalmente importadas de Estados Unidos.
La delegación bipartidista que se reunió con el presidente de México estuvo encabezada por la representante republicana Kay Granger, e integrada por los demócratas Silvestre Reyes y James Moran, y los republicanos Mario Diaz-Balart, Thomas J. Cole, Kenneth Calvert, Jack Kingston y Rodney Frelinghuysen.
En la reunión se hizo énfasis en instrumentar la Iniciativa Mérida, que incluye el compromiso del gobierno estadounidense para apoyar con recursos la seguridad en México.
La delincuencia organizada y la frontera en común fueron los otros temas abordados.