Los retos y riesgos de la nueva dirigencia del PRD hacia el 2012
Con la llegada de Jesús Zambrano y Dolores Padierna a la presidencia y secretaría general del Partido de la Revolución Democrática (PRD), la fuerza de izquierda más importante del país podría resultar política y electoralmente inofensiva en el 2012.
Las cabezas cambiaron, pero la indefinición en la línea política de ese partido se mantiene y constituye el "talón de Aquiles" del PRD, concluye el historiador y experto en asuntos internacionales y ciencia política de El Colegio de México, Lorenzo Meyer Cosío.
Zambrano y Padierna mantienen posturas diametralmente opuestas sobre alianzas electorales, relación con el gobierno federal, y hasta quien es el presidente del país, si Felipe Calderón o Andrés Manuel López Obrador.
Por eso, valora Meyer, su llegada lejos de clarificar la línea política y futuro del PRD, lo complicaron.
“Esas dos fuerzas no hacen equilibrio. Una jala para un lado y la otra para el otro, de modo que ellos solos se neutralizan hasta el punto de hacer inútil en la práctica la presencia del que se supone es el partido más importante de la izquierda mexicana”.
Hay “unidad en la forma pero haciendo un juego de palabras diría que es un partido partido y así difícilmente puede representar con efectividad los intereses de las clases populares…como está ahora, el PRD es parte de la crisis de México y no parte de la solución”, sostiene.
Visto así, según el analista en el 2012 una posibilidad es “que haga explosión eso y una de las dos líneas se imponga a la otra”, pero en ese caso o puede recobrar vitalidad “o dejar la cancha abierta a las varias formas de derecha que representan los otros partidos”.
Pero el nuevo líder del PRD, Jesús Zambrano, defiende la existencia de posturas encontradas sobre la línea política. Son naturales, y seguirán en el futuro cuando se traten temas polémicos pero eso no implicará rupturas ni problemas de gobernabilidad para el PRD.
“Afortunadamente no somos un partido monolítico, ni homogéneo, los grandes políticos de verdad, no lo son. Y cuando hay diferencias, si se mantienen las diferencias después de discutir todo el tiempo que sea necesario, pues se vota y lo que se aplica es lo que resuelve la mayoría”, asegura.
La ex presidenta nacional del PRD y ex gobernadora de Zacatecas, militante histórica de izquierda, Amalia García, también asegura que no, que el escenario para el PRD y la izquierda es luminoso. La existencia de posturas al parecer irreconciliables, es una virtud.
Reconoce, si, que en el futuro podrán seguir las divergencias en línea política, mecanismos de organización partidaria, relación con el gobierno de Calderón, estrategias electorales, alianzas y hasta quien debe ser el candidato presidencial del 2012.
Pero “lo que vemos son las distintas expresiones partidarias. Si difieren en la propuesta, el debate, polemizan y se enfrentan a veces. Pero el que la vida normal del PRD sea la de participar y reconocer la existencia de muchas expresiones es normal”.
Por eso recordó, el Estatuto del PRD prevé que los militantes se organicen en diversas expresiones, para diferir, debatir y convencer “eso siempre ha ocurrido y ocurrirá en la izquierda…eso es lo normal”.
En tanto, la primera prueba que tendrán que enfrentar como nueva dirigencia, serán las elecciones en el Estado de México, donde una fracción busca tener una alianza con el PAN. Pero ambos consideran que Alejandro Encinas es el mejor candidato del PRD .
El PRD tendrá que definir si continúa con la política de alianzas con el PAN, como lo hizo en cinco estados en 2010 o solo da la batalla con la coalición de partidos de izquierda -PRD. PT y Convergencia-.