Los diputados mexicanos piden nombre y apellido de los cabilderos
Las actividades de los cabilderos en las decisiones de aumento de impuestos al tabaco, a los refrescos, o en cualquier cambio de reglas del juego que pasa por el Congreso, no estaban reguladas hasta hace unas semanas.
Todavía hace algunos días, los nombres y empresas que realizan actividades de cabildeo en el Congreso eran desconocidos.
Ahora un total de 471 cabilderos podrán realizar labores de lobbying en la Cámara de Diputados. Las nuevas reglas para su ejercicio están por primera vez delimitadas en el reglamento de la Cámara.
Con la entrada en vigor del nuevo reglamento, en enero pasado, quienes realizan cabildeo (lobbying) político en los pasillos del Palacio Legislativo de San Lázaro están obligados a inscribirse en un registro para transparentar su presencia en la Cámara baja.
En una primera etapa del registro, se inscribieron 90 personas que buscan hacer cabildeo de forma independiente, y 71 organizaciones y empresas acreditaron a 381 personas.
De acuerdo con el reglamento, el registro en un padrón de cabilderos se difundió en la Gaceta Parlamentaria y en el sitio de internet del Congreso , con lo que perderán la condición de anonimato.
Entre las organizaciones y empresas acreditadas ahora ante la Cámara baja destacan la Cámara de Comercio de la Ciudad de México; la cigarrera Philip Morris de México; la Asociación de Bancos de México; la Asociación Nacional de Refrescos y Aguas Carbonatadas; la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, y la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos.
Están inscritos además la Cadena Comercial Oxxo; la empresa Jugos del Valle; la Comisión para la Industria de Vinos y Licores; RadioMovil Dipsa (Telcel); el Consejo Nacional de Seguridad Privada; la farmacéutica Sanofi-Aventis; y la Confederación Patronal de la República Mexicana.
Otras asociaciones y negocios acreditados son los dedicados a los servicios prendarios; distribuidores de gas LP, y la industria maquiladora, entre otros.
Intento por terminar la corrupción
La vida legislativa de la Cámara baja no ha estado exenta de los escándalos por sobornos y presiones que realizaban algunos cabilderos.
Uno de los casos más sonados ocurrió en el 2001, cuando la bancada del Partido Verde promovía una propuesta para reducir a 10 años el derecho a las patentes de medicinas, siendo que ese instituto político fue creado por Jorge González Torres, hermano de Víctor González Torres, dueño de farmacias que venden medicamentos similares .
En el 2004, algunos legisladores hicieron señalamientos sobre la presión que ejercían sobre ellos cabilderos para aprobar la instalación de casinos en México con los cambios a la Ley de Juegos y Sorteos.
Se difundió en medios nacionales que a los diputados les fueron ofrecidos viajes a Las Vegas, Bahamas y Montecarlo para comprobar el bien que los casinos hacían a esos lugares.
Finalmente, la entrada de casinos a México fue aprobada por ambas Cámaras del Congreso.
Pero quizá el escándalo más sonado fue el ocurrido en noviembre del 2005, cuando el diputado por el Partido Acción Nacional (PAN), Miguel Ángel Toscano, denunció que un grupo de diputados, un senador y un funcionario de la Secretaría de Gobernación fueron invitados a presenciar una carrera de la Fórmula Uno en Montecarlo.
La “invitación” corrió a cargo de la empresa British American Tobacco, quien supuestamente llevo a los legisladores a cambio de no aumentar el impuesto a los cigarrillos en la Ley de Ingresos del 2006.
Aplauden cabilderos la norma, pero dudan de su efectividad
Algunos cabilderos que trabajan en la Cámara baja accedieron a conversar con CNNMéxico sobre sus percepciones del nuevo reglamento. Todos ellos, sin embargo, lo hicieron guardando el anonimato.
Para algunos, las nuevas disposiciones no hacen ninguna diferencia en la forma que deben hacer su trabajo.
Saben que su labor es tratar de influir en las decisiones de los legisladores para tratar de no perjudicar o incluso beneficiar a las empresas para las que trabajan. Y eso no va a cambiar.
"Se trata de un mayor control, pero siempre habrá alguna forma de seguir trabajando; porque aunque se quiera decir que se tiene todo controlado y transparente, lamentablemente no ocurre así en México", comentó Perla, una mujer que realiza labores de cabildeo para una empresa refresquera en México y que prefiere mantener el anonimato.
"Si no es bien manejado, esto podría prestarse a tener aún más corrupción (…) porque ahora las reuniones y encuentros y los acuerdos se pueden tomar afuera de aquí (el Recinto Legislativo) para evitar miradas incomodas".
“Nosotros sabemos que hay que estar cerca de ciertos diputados, no de todos; tratamos de ver quiénes influyen en sus compañeros de bancada y hasta en otros y nos acercamos a ellos, les exponemos nuestras ideas y tratamos de sacar provecho, ésa es la verdad”, afirmó en entrevista Mario, cabildero de una empresa especializada en esta actividad.
No todos los cabilderos están relacionados con empresas privadas. Se trata también de organizaciones sociales y consultorías especializadas en prestar sus servicios a asociaciones civiles.
"Muchas veces nosotros tenemos que competir con las empresas grandes y eso hace más difícil nuestro trabajo, casi imposible, porque no podemos ofrecer lo mismo que ellos (...) a nosotros sólo nos hacen caso cuando se trata de algo que les va a traer votos o popularidad", dijo a CNNMéxico María, cabildera dedicada a atender a organizaciones sociales y está especializada en temas de salud.
Hasta el momento, lo que se encuentra regulado es solamente la exigencia de pertenecer al padrón; pero más cambios se avecinan, pues la regulación de sus actividades y la forma en que deben tratar con los legisladores se trataran en otra iniciativa que se estudia ya en las comisiones de la Cámara baja.