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Los <i>springbreakers</i> no dieron 'show' este año en Acapulco

Este año fue distinto para el puerto de Acapulco. La fiesta de los jóvenes estadounidenses en vacaciones de primavera no llegó a sus playas
mar 29 marzo 2011 12:12 PM
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Los últimos 18 años, el músico Raymundo Oregón ha tocado su acordeón en uno de los destinos favoritos de los turistas internacionales: Acapulco .

Él conoce las temporadas y los turistas. Ha visto los buenos y malos ratos, y éste es definitivamente un punto bajo para su amada ciudad costera.

“Los turistas extranjeros ya no vienen por la violencia. Como sabe, hemos tenido varios incidentes aquí en Acapulco ”, dijo Oregón luego de terminar una canción con sus cuatro compañeros de grupo, que incluye a sus dos hijas y un amigo.

Las muertes violentas registradas por la morgue de Acapulco fueron más de 1,000 el último año, la mayoría relacionadas con el narcotráfico.

Luego que estrellas de cine de Hollywood como John Wayne y Johnny Weissmuller lo hicieron su lugar favorito de recreación en los 50, Acapulco se volvió popular entre los estadounidenses, especialmente entre los vacacionistas de los meses de marzo y abril. Pero esta temporada es diferente; restaurantes y bares están vacíos; y hay pocos turistas en la playa.

Brian Forgrave, un turista canadiense quien visita Acapulco anualmente, dice que ha notado un cambio.

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“Estos días solían estar llenos de gente, música fuerte y adolescentes borrachos por todas partes. Este año no. ¿Spring breakers? Este año no, está silencioso. Lo cual es más o menos bueno”, dijo el residente de Ottawa quien pasa una semana entera de vacaciones con sus amigos.

Lugares como el hotel Acapulco Copacabana, entre los más populares para los vacacionistas, todavía están llenos, pero sólo con turistas nacionales. José Luis Espejel, gerente de servicio a cliente del hotel, dice que es la temporada más lenta que ha visto en los cinco años que lleva en el resort y dice que es “una diferencia grande”.

“El año pasado recibimos a más de 2, 600 niños, este año esperamos a 50 ó 60 máximo”, dijo Espejel.

Luego de una serie de asesinatos el año pasado, las autoridades estadounidenses y británicas han emitido advertencias a los turistas acerca de Acapulco .

El Departamento de Estado de Estados Unidos dice en su sitio web que “la violencia relacionada con drogas ha incrementado en Acapulco” y que “los ciudadanos estadounidenses… deben de ser cuidadosos de su seguridad personal”. Pero al mismo tiempo aclara que “la violencia no está dirigida a residentes foráneos o turistas”.

Dieciocho cuerpos fueron encontrados en una fosa profunda en el municipio de Tunzingo, Guerrero, a una hora en coche desde Acapulco. El hallazgo, hecho en noviembre, parecía ser una masacre de un cártel. Balaceras, ejecuciones y decapitaciones han ocurrido en las últimas semanas.

Hoteles, oficinas de turismo y negocios relacionados han unido fuerzas en una campaña para alzar la voz de la ciudad. En todo Acapulco, especialmente en áreas turísticas, hay anuncios que dicen “habla bien de Aca”. Los anuncios están colocados vías principales como en centros comerciales, restaurantes y antros.

Pero es difícil hablar bien de una ciudad cuando la violencia habla más fuerte. En enero, 15 cuerpos decapitados fueron encontrados afuera de un centro comercial no muy lejos del área turística. Hubo 1, 010 muertes violentas en Acapulco en el 2010, más que las 843 de 2009 y las 724 de 2008, de acuerdo a la morgue de Acapulco. Con más de 300 muertes este año, Acapulco está en camino a romper su récord del año pasado.

Pero el dueño de un club nocturno, Brian Rullan, dice que “la violencia no está contra el turismo”. Rullan está a cargo del centro nocturno Palladium, uno de los lugares más populares en la ciudad.

“Cualquier turista puede venir, nunca verán violencia”, dijo Rullan. Él insiste que la violencia reciente en Acapulco está relacionada con las drogas y sólo quienes estén involucrados en el tráfico ilegal son afectados.

De cualquier forma, la situación está afectando a su negocio y a muchos otros. Él solía ver a cientos de turistas todas las noches en años anteriores; ahora sólo es un puñado. Pero quienes sí estuvieron hace unas noches, incluyendo a cuatro jóvenes estadounidenses, dijeron sentirse totalmente seguros y que la gente se lo pierde.

Amy Peterson, de 22 años, dice que su mamá visitó Acapulco unas semanas antes con ella para sentirse segura. “Todos nos decían lo seguro que estaba, así que no había problema de venir y una vez que llegamos todos nos sentimos seguros”.

De acuerdo con la Secretaría de Turismo de Acapulco, cerca de nueve millones de turistas visitaron la ciudad el año pasado, un número que se espera incrementar en 300 mil en 2011. Más del 70% de los turistas fueron nacionales, 15 de Estados Unidos y el resto de Canadá y Europa.

La secretaria de Turismo, Erika Luhrs, dice que los oficiales están cabildeando con los medios nacionales e internacionales para que los corresponsales en Acapulco no usen el nombre si la historia no sucedió ahí.

“Muchas veces, sucede en lugares lejos de Acapulco. Los corresponsales dicen ‘reportando desde Acapulco’ cuando (el incidente violento) sucedió a cientos de kilómetros”, dijo Luhrs.

El presidente municipal, Manuel Añorve , señala al hecho de que eventos de clase mundial como un campeonato de clavados internacional y un evento para romper un récord Guinness fueron auspiciados en Acapulco este año.

“Acapulco está bien parado; Acapulco es más grande que sus problemas”, dijo.

De vuelta a la playa, el cuarteto de Raymundo Oregón sigue esperando una oportunidad para tocar. Poco más de 50 pesos (cuatro dólares) la canción, necesitan cantar al menos media docena para salir tablas.

Oregón dice que los turistas no vuelan hacia Acapulco como solían y lo resiente en el bolsillo. Tocar una canción se ha vuelto la excepción y no la regla.

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