Manlio Fabio Beltrones le pone fecha a su carrera presidencial

Manlio Fabio Beltrones , uno de los líderes políticos más influyentes de México por su incidencia en las acciones de gobierno, confirmará, a finales de este año, si mantiene su deseo de contender por la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Institucional. 

Esta no es la primera vez que el legislador es mencionado como candidato presidencial. Su nombre suena con frecuencia en los pasillos políticos, sin embargo, desde febrero admitió por primera vez sus aspiraciones presidenciales, y ahora le pone fecha.

Manlio Fabio Beltrones,  coordinador de los senadores de su partido  y presidente del Senado mexicano, es un político formado en el priismo tradicional, que atendía sin cuestionar las decisiones del mandatario mexicano. Ahora, con el PRI como partido de oposición desde hace 10 años, no sólo pone en la mesa su interés en la contienda electoral, también reniega de las viejas formas de hacer política.

En entrevista, el legislador dijo estar en contra de lo que describió como “política matraquera”, es decir, apoyar a un candidato sin importar el proyecto político que ofrece.

Aclaró que antes de definir si buscará la candidatura presidencial, el PRI debe discutir sobre lo que los mexicanos requieren para mejorar sus condiciones de vida.

 “¿A quién le interesa saber qué le interesa a Manlio Fabio? A los mexicanos les interesa saber qué va a hacer el próximo presidente de la República, por ejemplo, con la seguridad pública. Eso es lo que les interesa a los mexicanos, no qué hará Manlio, pero yo tomaré una decisión a final de este año”.

Puntualizó que pensar primero en el candidato y luego en la oferta política “sería un despropósito, es no ponerle rumbo a la contienda electoral”.

“No estoy de acuerdo con aquellos políticos que no obstante lo que nos sucedió (perder la presidencia de la República) siguen haciendo política matraquera.  Van alrededor de cualquier candidato , solamente con que lo postule el PRI, el PRD o el PAN. Agarran su matraca y sin preguntarse a dónde van, empiezan a gritar y a pronunciarse por el nombre del candidato”.

En 2006 apoyó la candidatura presidencial del priista Roberto Madrazo. En días previos a la elección presidencial y avizorando que su partido nuevamente perdería la presidencia de la República, negoció con los gobernadores de su partido la posibilidad de convertirse en líder de los senadores, a cambio de no intervenir en la designación del nuevo presidente del tricolor.

Mientras el PRI gobernaba México, los grupos creados al interior de ese partido, con el objetivo de generar debate, eran censurados por no alinearse a las reglas que regían al partido.

Hoy, Manlio Fabio Beltrones anuncia que ya integró un grupo de discusión cuya finalidad será “poner orden” al interior de su partido, en el proceso de sucesión presidencial.

La candidatura presidencial versus reformas

A siete meses de que inicie el proceso electoral en México, Beltrones presentó una iniciativa de reforma fiscal para bajar de 16 a 13% el Impuesto al Valor Agregado (IVA). La propuesta mantiene exentos de este impuesto alimentos básicos no procesados y medicinas de patente.

Beltrones dice que promoverá la aprobación de estas reformas, sin importar las críticas que se le puedan hacer.

“Cada vez que hago una propuesta de reforma hay gente que dice 'es que él va a ser candidato a la Presidencia,  o  es que él quiere ser candidato'. Esas especulaciones no me van a detener para seguir proponiendo cambios”.

También llamó al presidente Felipe Calderón a retomar el “espíritu reformador” y a no supeditar las reformas al interés de que su partido, el PAN, conserve la presidencia de la República en 2012.

“El espíritu reformador se agotó para desdoblarse en un espíritu electoral. Solamente les interesa si pueden ganar las elecciones del 2012 en lugar de cómo le va a ir a México. Confío en que el gobierno de Calderón retome ese espíritu”.

En México, el andamiaje legal no contempla mecanismos que obliguen a los legisladores a la aprobación de iniciativas. Por ello, los conflictos políticos, así como las elecciones locales y federales, son motivo de parálisis legislativa, dice.

En opinión del priista, si las fuerzas políticas en México pusieran el interés ciudadano por encima del electoral, se concretarían reformas en materia política (que incluye tópicos como la segunda vuelta electoral, las candidaturas ciudadanas y la reducción del número de legisladores) y en el aspecto fiscal (ajuste del tipo de impuestos que tiene el país), entre otras.

Competencia con Peña Nieto  

De acuerdo con la encuesta más reciente sobre preferencias electorales en México, realizada por Consulta Mitofsky (febrero 2011), el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto (PRI), tiene 87% de preferencia entre los simpatizantes de su partido y Beltrones 5.3%.

Pese a la diferencia, Beltrones dice que ve a Peña Nieto como un político talentoso, pero no como el candidato del PRI para el 2012. 

“Yo hablo de él como un político exitoso, pero en el PRI existen muchos más políticos exitosos y esperaremos a que este  2011 cierre para que se produzca una convocatoria y quienes deseen participar manifiesten su interés”.

Calificó como una idea equivocada pensar que ganar las elecciones de gobernador en el Estado de México (a realizarse el próximo 3 de julio) significará ganar la presidencia del país en el 2012.

Lo anterior porque algunos analistas políticos aseguran que un éxito electoral en un estado con el padrón electoral más grande del país (8 millones de personas) posiciona al PRI en la ruta del triunfo en la elección presidencial de 2012.

“Nadie, en una sola lucha política local, podría apostar por lo que va a suceder en el 2012.  Ni el que gane ni el que pierda… Revisemos la historia, veamos el 2005 para el 2006, tuvimos una elección sumamente exitosa en el Estado de México con el actual gobernador y después, en el 2006, perdimos la presidencia”.

Diciembre, mes elegido por Manlio Fabio Beltrones para decidir si contiende por la candidatura presidencial del PRI, es también el mes en que los partidos políticos comenzarán los procesos de selección de sus candidatos.