El dinero causa conflictos en México Unido Contra la Delincuencia
El activista Eduardo Gallo y la organización civil México Unido contra la Delincuencia (MUCD) entraron en controversia este miércoles, luego de que Gallo acusó a la agrupación de manejar sus finanzas con opacidad y de preferir obtener recursos del gobierno federal en vez de promover las demandas ciudadanas para conseguir mejoras en la seguridad.
Gallo, quien presidió MUCD entre julio de 2010 y comienzos de 2011, formalizó su renuncia a la organización durante una conferencia de prensa. MUCD fue fundada en noviembre de 1997 y es una de las principales asociaciones civiles mexicanas de lucha contra la inseguridad pública. Josefina Ricaño de Nava encabeza actualmente su Consejo Directivo.
De acuerdo con Gallo, entre las razones de su salida MUDC estuvo la falta de transparencia en la agrupación, la formación de “grupos de poder” en su interior y el que se nieguen a tomar posturas críticas hacia la estrategia de combate al crimen del presidente Felipe Calderón .
“Es el conjunto (de motivos) en sí, que empieza por la parte de que no hubo una entrega y rendición de cuentas del consejo anterior al que a mí me tocó presidir”, dijo en entrevista. “Yo no puedo asumir responsabilidades de algo que ni siquiera hice, ni me informaron que se había realizado”.
Gallo afirmó que en los últimos meses renunciaron cuatro de los miembros del Consejo Directivo de MUCD, luego de que él exigió explicaciones sobre el uso de recursos dentro de la organización. Posteriormente dejaron sus cargos otros nueve consejeros —incluido él mismo— por desacuerdos con el resto del grupo.
A través de un comunicado, MUCD respondió que en cada proceso de cambio en el consejo “se ha hecho entrega de los estados financieros (…) Así sucedió también en el momento en que Eduardo Gallo tomó la presidencia de nuestra institución”. La agrupación agregó en semanas recientes que el consejo pidió su renuncia “ante una falta de coincidencia con su gestión”.
MUCD fue una de las asociaciones civiles invitadas por el gobierno federal a la serie de foros Diálogos por la Seguridad. Hacia una Política de Estado , que el año pasado fueron encabezados por el presidente Calderón para revisar la estrategia contra la delincuencia iniciada en diciembre de 2006.
Diferencias por la estrategia de Calderón
Gallo sostiene que durante su periodo al frente de MUCD ocurrieron “discusiones acaloradas” sobre la postura que debía tomar la organización respecto de la estrategia anticrimen del gobierno federal.
Una corriente —a la que él pertenecía— pugnaba por hacer públicas sus críticas hacia la política de seguridad de Calderón, mientras la otra optaba por guardar silencio para beneficiar “el flujo de los recursos” de parte de las autoridades.
“Todo lo que se dijo fue en contra de que se emitieran esos posicionamientos, porque se afectaba el flujo de recursos, porque ya no iba a haber donativos ni contratos del gobierno. Entonces yo dije: ‘Espérate, a mí lo que me interesa es hablar con la verdad’”, señaló.
“La estrategia (anticrimen) no está contemplando objetivos, no tiene metas, no tiene parámetros”, agregó.
MUCD, en cambio, afirmó en el comunicado que en 14 años “solamente en una ocasión” ha recibido fondos federales, “y el 100% se utilizaron en un programa de cultura de legalidad”.
El resto de sus acciones —como atender a víctimas de delitos, evaluar al gobierno o capacitar a policías— “han sido posibles gracias a los donativos tanto de nuestros agremiados como de la sociedad en general, así como a la obtención de algunos fondos públicos destinados a estas tareas”, añadió la organización.
Durante el sexenio de Calderón, más de 34,000 personas han muerto en acciones de los grupos delictivos. Las autoridades sostienen que los operativos anticrimen han tenido éxito, aunque los críticos de esta medida argumentan que han aumentado la violencia y las violaciones a los derechos humanos.
