Un migrante michoacano volvía de EU; al pasar por Tamaulipas, desapareció
En Michoacán, una de las entidades con más explusión de migrantes hacia Estados Unidos, no es raro saber de familias que esperan el regreso de sus seres queridos. Esperas que no siempre tienen un final.
En el municipio de Zinapécuaro, al noreste del estado, una familia ignora dónde está su hijo. Supieron de él por última vez en agosto de 2010, cuando les dijo que se dirigía a casa, en una llamada telefónica que hizo desde Tamaulipas, estado fronterizo con EU.
“Venía para acá” es la primera respuesta que da uno de sus hermanos cuando se le cuestiona acerca de lo último que supo del joven, cuya edad no quisieron precisar.
La familia, que pide guardar el anonimato, señala que lo peor sería nunca descubrir el paradero de su familiar.
“Suena cruel, pero es mejor saber si está vivo o está muerto a no saber nada”, señala su hermano, quien se ha encargado de buscarlo y gestionar el apoyo de las autoridades.
La familia relata que el hombre desaparecido volvía a México después de trabajar más de un año en Estados Unidos, y sólo se había detenido junto a un amigo a realizar un trámite en Nuevo Laredo, una de las ciudades más importantes de Tamaulipas, donde han sido encontrados 145 cuerpos enterrados en fosas clandestinas.
“Iba a legalizar una camioneta, entonces, se tardó más. Se suponía que la iban a legalizar ese mismo día y se regresaba (a Michoacán)”, recuerda su familiar, quien le comentó que iría a encontrarlo para que los dos regresaran juntos a casa.
“Yo le comenté que si podíamos ir por él. Fuimos, y en el lugar donde se suponía que debía de estar (un hotel) ya no estaba. Perdimos la pista completamente”, relató su hermano a CNNMéxico
La familia trató de dar con su paradero, investigaron con el compañero de viaje, pero sólo les dijo que dejaron de verse en el hotel.
“Dice que no sabe nada, sólo que mi hermano desapareció del hotel, siempre ha dicho que él no es responsable”.
El ministerio Público de Tamaulipas fue notificado del caso, pero el retraso en las investigaciones hizo a la familia pedir el apoyo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
“No había respuesta de ellos (autoridades de Tamaulipas). Fuimos con derechos humanos, que hizo un poco de presión, y las autoridades de Nuevo Laredo entregaron un reporte muy sencillo, prácticamente lo que hicimos cuando fuimos allá por mi hermano”.
Esta familia tienen reacciones encontradas respecto el hallazgo de fosas clandestinas el pasado 6 de abril en el municipio de San Fernando, Tamaulipas. El hermano dice que no sintió nada en particular, pues “no sabemos ni porque desapareció, ni si está vivo o está muerto. Sí, son bastantes personas, pero no sabemos nada”.
La madre, en cambio, muestra un poco de temor, pero guarda la esperanza de hallar a su hijo con vida. "Sí, tengo la esperanza, pero con todos esos que han salido, sabe Dios".
La Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Michoacán asegura que, hasta el momento, los entrevistados no han buscado asociarse con los familiares de otros 22 michoacanos desaparecidos en Tamaulipas.
Según la Secretaría del Migrante del Estado cada año 40,000 michoacanos cruzan la frontera norte, y actualmente hay cerca de 3 millones en Estados Unidos.