Ejidatarios y gobierno se disputan el control de las cascadas de Agua Azul
El conflicto entre distintos grupos de la población local, autoridades estatales y federales por la posesión del centro turístico Cascadas de Agua Azul, en el estado sureño de Chiapas, no impidió el acceso a los miles de visitantes que esta Semana Santa arribaron a la entidad.
El centro turístico, el segundo más importante luego de la zona arqueológica de Palenque, está compuesto por 2,580 hectáreas de áreas naturales distribuidas en la región selvática de los municipios de Tumbalá, Chilón y Salto de Agua, donde más del 60% de la población es indígena de las etnias chol y tseltal.
Su característica y principal atractivo es una cascada de más de cinco kilómetros de longitud, y diversas pozas donde corre agua en varias tonalidades de azul.
La posesión de esta región está divida principalmente entre tres grupos de la población: ejidatarios de Bachajón, habitantes del poblado Agua Azul, y de la comunidad Bolon Ajaw; cuyos intereses y militancias políticas y partidistas los ha confrontado durante los últimos cinco años.
Según ha documentado el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba), en este lugar los gobiernos estatal y federal —este último a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Secretaria de Turismo y el grupo Consultora Trasnacional de Turismo— proyectan construir un centro de turismo de alto nivel que incluye la construcción de lujosos hoteles .
Este proyecto no se ha concretado porque entre los pobladores y ejidatarios propietarios de la zona, se encuentran grupos bases de apoyo y simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), principalmente en Bolón Ajaw y Bachajón; quienes ven en el proyecto gubernamental una forma de despojo de su territorio, además de la pérdida de autonomía de sus comunidades y su forma de desarrollo.
Las autoridades gubernamentales han ganado el apoyo para su plan turístico de militantes de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista (PVEM) y de la Revolución Democrática (PRD). Ello ha derivado en conflictos intercomunitarios, algunos con enfrentamientos armados, como el ocurrido en febrero de este año .
Luego de este último incidente los gobiernos federal y estatal implementaron en la zona operativos policiacos que derivaron en la detención de simpatizantes zapatistas de Bachajón, cinco de los cuales aún permanecen en prisión.
Los zapatistas de Bachajón decidieron replegarse provisionalmente de la zona de acceso a las cascadas de Agua Azul que estaba en su poder; en tanto que el sector progubernamental de habitantes del lugar firmó una autorización para que la Conanp administre el acceso al centro turístico.
Francisco Guzmán Jiménez, representante ejidal del sector progubernamental de Bachajón, dijo a CNNMéxico que este acuerdo le permitirá a su comunidad hacerse de recursos provenientes de la derrama turística, que se calcula en unos 15,000 visitantes durante las vacaciones de Semana Santa.
Por su parte los ejidatarios prozapatistas de Bachajón, en un comunicado que dieron a conocer el 18 de abril pasado, insistieron en que existe un intento de despojarlos de la región, lo que viola su derecho a la libre determinación y uso de tu territorio.
Sin embargo, añadieron que como organización pacífica que son, evitarán cualquier conflicto que ponga en riesgo la seguridad de terceros.
Prestadores de servicios turísticos de Chiapas, quienes decidieron ofrecer visitas a este lugar a pesar de la situación, calculan que la afluencia de visitantes en Agua Azul durante estas vacaciones de Semana Santa será de entre 700 y 1,000 personas diarias.
El lugar actualmente está vigilado por decenas de policías estatales y federales.