El menor acusado de vínculos con el narcotráfico trabaja en su reinserción
Luego de ser conocido en todo el país por enfrentar cargos de de delitos contra la salud, portación de arma de fuego, secuestro y homicidio, un joven de 14 años intenta reisentarse en actividades propias de su edad.
Acusado de pertener a bandas del crimen organizado, el adolescente fue detenido diciembre de 2010, acusado de ser empleado de Julio Jesús Padilla, El Negro, jefe de la célula del cártel del Pacífico Sur (CPS) en el municipio morelense de Jiutepec, en el centro de México.
Desde hace cuatro meses, es uno de los 80 internos del Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (CEMPLA), donde atienden a menores infractores de Morelos.
En las instalaciones, localizadas en el municipio de Miacatlán, el menor acusado de asesinar a sueldo , limpia el jardín, asea paredes y ordena la biblioteca como el resto de los detenidos, 70 hombres y nueve mujeres, indicó una fuente consultada por CNNMéxico.
La Procuraduría General de Justicia estatal (PGJ) imputa al menor cuatro ejecuciones firmadas por el CPS en agosto. Tras ser detenido en el aeropuerto de Cuernavaca, el joven admitió haber degollado a las víctimas .
El menor dijo a reporteros después de su detención que había dejado los estudios y ganaba 2,500 pesos mensuales por participar en el grupo de El Negro, quien, agregó, lo mantenía drogado tras reclutarlo en Tejalpa, donde vivía.
Ahora está sujeto a la disciplina diaria del centro: actividades comunitarias, laborales, culturales y deportivas; desayuna a las 9:30, come a las 14:00 y cena a las 17:30.
Estudia el curso para primero de primaria y se ha mostrado entusiasta en las actividades que la Comisión de Derechos Humanos de Morelos (CDHMOR) imparte semanalmente a los internos, como yoga de la risa y manejo de estrés, para buscar su reinserción social.
La fama con la que el adolescente llegó al centro el 5 de diciembre ganó la admiración de otros internos por delitos menores, como robo. Una admiración que es preocupante, advirtió Lucero Benítez Villaseñor, titular de la CDHMOR.
En entrevista con CNNMéxico, la ombudsman estatal alertó que el joven es el más conocido, pero no es el único menor interno en el CEMPLA por delitos relacionados con drogas.
La desintegración familiar y permisividad de los padres, con la pobreza generalmente como detonante, han convertido a hombres y mujeres adolescentes en reclutas del crimen organizado, dijo Benítez Villaseñor.
“Ha implicado que cada vez más sean los niños un factor muy vulnerable para que la delincuencia organizada los sume y los haga que se comprometan a realizar prácticas delictivas, que se les haga primero un juego y después vean la magnitud de sus actos.
“Cada vez hay más niñas también, lo que no se había visto, ahora tenemos muchas mujeres que tienen una serie de problemas psicológicos muy grandes”, explicó la titular de la CDHMOR.
Un ejemplo es la historia del menor: la madre residía en San Diego, California, de donde es originario, y él vivía en Morelos con sus hermanas Elizabeth, de 19 años, y Erika, de 23.
Las hermanas involucraron al menor en el grupo delictivo aparentemente tres años atrás porque tenían amistad con los narcotraficantes.
Detenidas junto con el menor cuando Elizabeth y él pretendían volar a Tijuana, Baja California, para refugiarse en San Diego, las hermanas son procesadas desde el 4 de marzo por un juez federal en Cuernavaca, por delincuencia organizada y delitos contra la salud.
“Ellos tienen esta perspectiva de que saben que tienen una vida corta, que siempre se la juegan, siempre se arriesgan a perderla, y pues que mejor que sea pasándosela bien con dinero que pasándosela mal en la calle y con carencias”, alertó la ombudsman de Morelos.
Detenciones de menores en alza
La cifra de menores detenidos a nivel nacional por delitos contra la salud ha incrementado cada año desde 2006, según estadísticas de la Procuraduría General de la República (PGR).
Un informe de la dependencia emitido en octubre de 2010 señala que en 2006 fueron presentados ante el Ministerio Público 482 menores por delitos contra la salud, que pueden ser posesión, suministro, tráfico, transporte o producción de drogas.
Desde entonces la cifra de menores detenidos se disparó: 690, en 2007; 757, en 2008; 810, en 2009, y 562, entre enero y agosto de 2010. Mientras en 2006 el número de adolescentes remitidos ante la PGR implicaba el 0.8% del total de personas detenidas por delitos contra la salud, para agosto de 2010 representaba el 1.7%.
De acuerdo con estadísticas de la PGR, Tamaulipas, Distrito Federal, Baja California y Jalisco son las entidades del país donde se realizaron más detenciones.
Otro informe de la PGR muestra que también aumentó el número de adolescentes detenidos por su presunta relación en delincuencia organizada.
Ante la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), fiscalía encargada de perseguir cárteles de la droga, fueron presentados 84 menores entre 2006 y noviembre de 2010.
Más de la mitad de esos adolescentes fueron detenidos en los últimos dos años, algunos por estar presuntamente involucrados en células de secuestro de Los Zetas y La Familia Michoacana.
A la estadística del año pasado, se sumó en diciembre el menor de Morelos, quien declaró por varias horas en las instalaciones de la SIEDO en la Ciudad de México en torno a su presunta participación en el CPS.
En ese edificio en el centro de la capital, acondicionado como un búnker con estrictas medidas de vigilancia, han rendido declaración en los últimos tres años narcotraficantes de relevancia como Jesús Zambada y Alfredo Beltrán Leyva.
El menor está en espera del inicio de su juicio programado para este 2 de mayo ; sin embargo más de la mitad de los menores implicados en delitos contra la salud salen libres desde el Ministerio Público porque fueron detenidos con cantidades de droga permitidas por la Ley.
El camino es la prevención
El consumo de droga y los delitos en los que deriva descenderán cuando las autoridades apuesten más a la prevención y tratamiento de adicciones, aseguró Israel Alvarado Martínez, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE)
“Cuando ves cuánto dinero se designa en México al combate al narco comparado con lo que se designa a la prevención dices ‘por eso estamos como estamos’.
“Casi el 97% del dinero que se destina al aspecto de salud que tiene que ver con drogas es reactivo, tiene que ver con policía, Ejército, fuerza pública preventiva, procuraduría, jueces, y no a lo verdaderamente útil que es la prevención”, dijo Alvarado Martínez.
En entrevista con CNNMéxico, el doctor en Derecho expuso que la propia Ley General de Salud, la cual tipifica el tráfico de drogas a pequeña escala, obliga a estados y gobierno federal a implementar medidas preventivas y de rehabilitación.
“No nada más es discurso, está demostrado que si invierten los estados en campañas verdaderas de prevención baja el consumo de droga, lo han hecho muchos países de manera adecuada”, señaló el investigador del INACIPE.