El gobierno niega aumento de la violencia en Jalisco, Colima y Nayarit
El gobierno federal refutó este martes la hipótesis de que la muerte de Ignacio Coronel Villarreal, Nacho Coronel, uno de los líderes del cártel de Sinaloa, abatido en Jalisco en julio del 2010, aumentó la violencia en este estado, en Colima y Nayarit.
"No hay evidencia sólida para asegurar que la caída de este criminal haya incrementado los niveles de violencia en la región", sostuvo el vocero de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré en rueda de prensa.
Poiré dio cifras del gobierno federal. Dijo que las 22 semanas antes de la muerte de Nacho Coronel había un incremento de muertes violentas en Jalisco, Colima y Nayarit, y que después del operativo en el que falleció el capo, las cifras de homicidios continuaron altas pero no aumentaron.
"En Jalisco, Colima y Nayarit, las 22 semanas antes a su caída, la violencia aumenta a razón de seis fallecimientos cada cinco semanas, después del abatimiento, la violencia no aumentó sino que empezó a crecer más despacio; a razón de un fallecimiento cada cinco semanas", explicó.
Los fallecimientos están relacionados con la disputa de bandas criminales por el control de mercados y rutas del tráfico de drogas, entre ellos, el grupo de Coronel, la organización del Pacífico, La Familia de Michoacán, y Los Zetas.
Poiré recordó que 20 de los 37 principales líderes de la delincuencia organizada en el país han muerto o han sido detenidos.
"La neutralización de los líderes criminales no incrementa la violencia y sí debilita a las organizaciones delincuenciales", insistió.
Nacho Coronel murió durante un operativo del Ejército en Zapopan, Jalisco, cuando se encontraba en una residencia ubicada en un lujoso fraccionamiento. Fue uno de los socios del capo Joaquín El Chapo Guzmán y uno de los narcotraficantes más buscados en México y Estados Unidos.
Otra versión
La violencia en México no sólo no ha disminuido sino que está aumentando de manera "acelerada, dramática, incontenible", sostiene el analista político y profesor del Tec de Monterrey, José Fernández Santillán en entrevista con CNNMéxico.
Asegura que el discurso oficial busca dar la impresión de que la violencia en México está mejorando pero que las cifras son contundentes: Más de 30,000 muertos desde el inicio del sexenio de Felipe Calderón, 44 periodistas asesinatos y 10 desparecidos, citó.
"Sabemos que las cifras se puede manejar a placer y que si, por ejemplo, se selecciona determinada región para decir esto es representativo del país, no lo va a creer nadie", comentó. "Si (Poiré) dice que Jalisco, Nayarit y Colima no ha incrementado la violencia, vámonos todos los mexicanos para allá para salvarnos de ella".
Dice que si la lógica del gobierno es medir el éxito de su lucha contra el crimen organizado al detener o matar a capos, significa que una vez que sean arrestados los últimos 17 de la lista de los 37 más buscados se acabará el narcotráfico en México.
Fernández cree que el gobierno debe reconocer que su estrategia de combate al narcotráfico es un fracaso y que intenta disfrazarlo al maximizar las ganancias y minimizar las pérdidas.