La Marcha por la Paz muestra el rostro de las víctimas de la violencia
Paola, José Ángel y Rosa Irene Alvarado están desaparecidos desde diciembre de 2009, cuando un convoy de militares los secuestró en Ciudad Juárez, Chihuahua, según cuentan sus familiares.
La historia de los Alvarado se ha unido este domingo a la de Giussepe, un niño de 10 años que fue secuestrado en el Estado de México y nunca volvió a su hogar.
Las dos familias marcharon desde Ciudad Universitaria , al sur de la capital mexicana, y planean llegar hasta el Zócalo, en el corazón de la capital de México, para hacer escuchar su grito contra la impunidad y la corrupción.
En un contingente de por lo menos 20,000 personas, las denuncias contra la violencia son el común denominador para apoyar el movimiento convocado por el poeta Javier Sicilia, cuyo hijo Juan Francisco fue asesinado junto con otras seis personas en marzo pasado.
La Marcha por la Paz y la Justicia ha reunido a ciudadanos de todo el país, desde el norteño Chihuahua hasta el sur, en Oaxaca; todos exigen la recomposición del Estado de Derecho en un país donde la Estrategia de Seguridad ha provocado la muerte de al menos 34,600 personas, según cifras oficiales.
"Lo migrantes también estamos hasta la madre de tanta extorsión, asesinatos, masacres, secuestro, tortura y persecución de parte del gobierno mexicano", dijo Rubén Figueroa, representante de la caravana de migrantes centroamericanos que marchan por la ciudad de México.
Que el "camino sea de paz", exigen los centroamericanos que denunciaron que una de sus compañeras fue atacada por un grupo armado en su ruta hacia la capital.
"Marchar es nuestra responsabilidad"
El poeta Javier Sicilia dijo esta mañana que la marcha es una muestra de que los mexicanos todavía tienen dignidad ante la ola de violencia, junto a él, marchan diversos activistas defensores de derechos humanos para pedir justicia y un alto a la militarización del país.
"Como ciudadanos debemos reconocer que no existe la justicia en nuestro país, pero debemos ser capaces de fortalecer a nuestra sociedad, nuestro tejido social, darnos apoyo y luchar por nuestras causas", dijo Adrián Le Barón, tío de Benjamín, activista contra el secuestro asesinado hace dos años.
La familia Le Barón viajó desde el norte del país para apoyar a Sicilia, proponen que se cree una comisión de la verdad para juzgar también al estado "que lo ha destruido todo".
"Marchar es nuestra responsabilidad, al hacerlo, estamos mostrando que estamos limpios, es una forma de autocrítica y de demostrar que no somos corruptibles. Todos tenemos miedo, el miedo es un atributo, sólo los malvados no lo tienen y son incapaces de salir a manifestaciones como estas", concluyó.