Los principales partidos divergen ante las peticiones del poeta Sicilia
La solicitud del poeta Javier Sicilia para que el secretario de Seguridad Pública presente su renuncia tuvo eco en los partidos de oposición mientras que el oficialista defendió la estrategia de seguridad del presidente.
El líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, dijo que Felipe Calderón no debe pedir la renuncia de Genaro García Luna, sino” aplicarla de inmediato”, para responder a las demandas de los mexicanos que se manifestaron en la Marcha por la Paz y la Justicia del domingo.
Humberto Moreira, líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se abstuvo de comentar al respecto porque consideró que solicitar la renuncia de un secretario de Estado es competencia absoluta del presidente mexicano.
Ambos respondieron al llamado que Sicilia hizo en el Zócalo del Distrito Federal, donde 100,000 mexicanos se reunieron para marchar contra la impunidad, la corrupción, la violencia y por la justicia.
“Tenemos los mismos planteamientos”
En el PRD, Jesús Zambrano dijo que, sin intentar colgarse políticamente de las demandas de los ciudadanos, los mexicanos deben saber que su partido acoge muchos de los planteamientos del Pacto Nacional de Sicilia, mismos que han sido parte de su agenda legislativa.
“Yo mismo lo he dicho (…) la estrategia al combate al crimen organizado está resultando infructuosa y debe revisarse, redimensionarse y reenfocarse”, dijo en conferencia de prensa.
Según el PRD, los manifestantes de la Marcha por la paz no deben medir a los partidos de la misma forma, sobre todo porque ese instituto político ha trabajado en los postulados señalados en el Pacto Nacional que presentaron el domingo.
Zambrano apoyó propuestas como la revocación de mandato, las candidaturas ciudadanas, la autonomía del Ministerio Público o el plebiscito.
El presidente Felipe Calderón había dicho este lunes que la marcha nacional que reunió a 100,000 personas no debía ser una oportunidad para obtener ventajas políticas a través de las demandas contra la violencia.
“Debemos rechazar la pretensión de quienes buscan obtener ventajas políticas o satisfacer intereses de muy distinta índole, ante una situación tan delicada para el bienestar de las familias de nuestro país. Se trata de actitudes inadmisibles que los mexicanos sabrán juzgar y poner en su lugar”, expresó.
El mandatario reconoció que no está de acuerdo con algunas peticiones de la Red por la Paz y la Justicia de Sicilia, pero no mencionó cuáles.
La propuesta del PRI de un acuerdo nacional
Moreira dijo que la manifestación es una oportunidad para que las autoridades políticas del país lleguen a un acuerdo de seguridad, más allá de problemas políticos y electorales.
“Que podamos sentarnos con el señor presidente, gobernadores, representantes de alcaldes, legisladores, y obviamente, la dirigencia de los partidos políticos para construir y llegar a un gran acuerdo nacional”, dijo Moreira en conferencia de prensa.
El Partido Acción Nacional (PAN), al que pertenece el presidente Calderón, informó en un comunicado que compartía la aspiración por un México más seguro y que apoyaba la muestra de expresión social que había representado la marcha del domingo.
El partido reconoció la decisión del gobierno federal “no solamente de enfrentar a la delincuencia con firmeza, sino de trabajar resueltamente por las instituciones de seguridad y procuración de justicia que los mexicanos merecemos y de las que carecimos por décadas”.
El PAN gobierna México desde 2000, año en el que con Vicente Fox como candidato se logró vencer al PRI en las elecciones presidenciales, tras 71 años en el poder.
El movimiento encabezado por el poeta surgió tras el asesinato de su hijo, Juan Francisco , junto con otras seis personas, en la ciudad de Temixco, Morelos.
Después de impulsar un movimiento nacional por la paz y contra la estrategia nacional contra el narcotráfico, defensores de derechos humanos y otras víctimas de la violencia que azota al país se han sumado a los propósitos.
La principal demanda de la marcha encabezada por Sicilia es un replanteamiento de la Estrategia nacional por la seguridad , que ha provocado la muerte de al menos 34,600, según cifras oficiales; aunque organizaciones civiles denuncian que ya son 40,000.