Directora del semanario 'Zeta': periodismo entre criminales desde Tijuana
Cuando Adela Navarro Bello asumió la dirección general del Semanario Zeta, en el 2006 , año de la muerte de Jesús Blancornelas, el último de sus fundadores y director general, sabía que la tarea de continuar con la línea de periodismo independiente no iba a ser fácil, porque así se los han hecho saber los gobiernos y el crimen organizado por 31 años.
El periódico con sede en Tijuana está marcado por homicidios y atentados. El primer golpe lo recibieron en 1988, cuando asesinos al servicio —formal entonces— de Jorge Hank Rhon, empresario del grupo de apuestas Caliente y ex alcalde (2004-2007), quitaron la vida a Héctor Félix Miranda, co director y fundador de Zeta. Aunque ya están en la cárcel como autores materiales, sigue impune la autoría intelectual, señala la editorial de la revista del 30 aniversario de Zeta, editada en 2010.
Nueve años después, en 1997, criminales al servicio de los hermanos Arellano Félix atentaron contra Jesús Blancornelas, le dieron cuatro disparos, pero sobrevivió. No así su escolta y seguridad, Luis Valero Elizaldi. Para el 2004, Francisco Javier Ortiz Franco, el editor general, fue asesinado frente a sus hijos.
Adela Navarro Bello acaba de ganar el premio al Valor Periodístico 2011 ( 2011 Courage in Journalism Award ) que otorga la Fundación Femenil Internacional de Medios (International Women’s Media Foundation), una red global dedicada a reforzar el papel de la mujer en los medios de comunicación en todo el mundo, como un camino para promover la libertad de prensa.
Junto a ella ganaron el premio Parisa Hafezi, jefe de la oficina de Reuters en Irán, golpeada, acosada y detenida por cubrir información de los opositores al gobierno, y Chiranuch Premchaiporn, directora del periódico en línea Prachatai, que ha sido bloqueado por el gobierno de Tailandia.
En 2007, Adela Navarro Bello recibió por parte del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) el Premio Internacional a la Libertad de Prensa.
El mismo premio lo han ganado la periodista mexicana Lydia Cacho, en 2007, y la escritora y periodista Elena Poniatowska, recibió el premio a su trayectoria en 2006, así como la estadounidense Christiane Amanpour en 1994.
En entrevista para CNNMéxico, Navarro Bello reconoce que los tres asesinatos y el atentado continúan en la impunidad, pero la solidaridad de la sociedad del estado de Baja California y la consolidación del equipo de periodismo de investigación la hacen seguir adelante, asegura.
Sus reportajes se centran en investigaciones del narcotráfico, pero también de la corrupción en el gobierno, los abusos del poder, las transacciones ilícitas en las instituciones y con todo aquello que de manera directa o indirecta afecte a la sociedad.
El costo por el trabajo periodístico ha sido alto. En enero de 2010 recibieron información de que supuestamente pretendían matar a varios jefes del semanario Zeta, de acuerdo a una filtración de un funcionario estadounidense, por lo que el Ejército tuvo que asignarles soldados a los tres principales editores durante más de dos meses, hasta que fueron detenidas las personas involucradas.
Pero eso no es lo único con lo que tiene que lidiar Adela Navarro. Dijo que el Ayuntamiento de Tijuana, ciudad fronteriza en el norte de México, que preside el priísta Carlos Bustamante Anchondo, “lamentablemente retrocedió 40 años en la política mexicana” al decirles que “no paga para que le peguen”.
Entonces, decidió de manera unilateral suspender un convenio publicitario que tenía con Zeta, porque consideraron que lo que se estaba publicando en relación a quienes integran el Ayuntamiento no les favorecía.
Lo comentaron de manera directa a Adela funcionarios de la administración de Carlos Bustamante, y del departamento de comunicación.
La Dirección de Comunicación Social del Gobierno de Tijuana aseguró a CNNMéxico que no se canceló el contrato, se venció el último que tenía una duración de 3 meses, temporalidad que tienen con todos los medios del estado.
Sin embargo, cuando el área de Comunicación Social quiso publicar una plana por el Día del Niño, el semanario ya no la quiso aceptar.
El premio
Adela Navarro simplemente fue notificada de que la iban a honrar con el premio al Valor Periodístico 2011, pero no sabe quién la postuló. La entrega física del reconocimiento será en Los Ángeles y en Nueva York, el 24 y 27 de octubre de 2011, para lo que le han pedido que dé una serie de pláticas, donde aprovechará para dar a conocer su punto de vista sobre la realidad del país y de la región.
"La realidad es que en el extranjero nos ven como un país que tiene una crisis de inseguridad muy grave. En ese sentido, organizaciones de protección y defensa de los periodistas, o del periodismo, tienen los ojos puestos en aquellos medios que, a pesar de las condiciones, están haciendo un trabajo de investigación incluso en el tema del crimen organizado y del narcotráfico”, comenta.
La periodista de 42 años asegura que en Baja California todavía operan bandas del crimen organizado, como se demostró con la detención el 9 de mayo pasado de Héctor Eduardo Guajardo Hernández, El Güicho.
“Sigue el crimen organizado, sigue el narcotráfico desarrollándose en Baja California, particularmente en Tijuana, pero con un bajo perfil. Y lo que es muy grave es que una vez más tenemos acuerdos entre los criminales y las corporaciones policíacas”, asegura, “porque para bajar el perfil se tiene que llegar a acuerdos en ese sentido”.
Cuanto se le pregunta de su familia, Adela Navarro responde: “No hablo de mi familia públicamente”. Pero asegura que sus seres queridos saben que el periodismo es su vocación, su profesión y su pasión, por lo que la apoyan.