EU vuelve a presentar cargos contra los presuntos conspiradores del 11-S
El Departamento de Defensa anunció el martes que volvió a presentar la pena capital contra Khalid Sheikh Mohammed y otros cuatro cómplices de perpetrar los atentados del 11 de septiembre de 2001, ante una corte militar en la Bahía de Guatánamo en Cuba.
El movimiento se da después de que la administración de Obama echó abajo el plan de procesar a los sospechosos en una corte federal de Nueva York.
Además de Mohammed, los otros sospechosos acusados de participar en los atentados del 11-S son Walid bin Attash, Ramzi bin al-Shibh, Ali Abdul Aziz Ali y Mustafa Ahmed al-Hawsawi. Los cinco detenidos en Guatánamo.
En un comunicado del Pentágono se indicó que los cargos son porque los cinco acusados son responsables por la planeación y la ejecución de los ataques del 11-S, que resultaron en la muerte de casi 3,000 personas.
Los cargos contra los cinco acusados incluyen los delitos de conspiración, asesinato en violación de las leyes de guerra, ataques contra civiles, provocar heridas serias de manera intencional, destrucción de propiedad, secuestro de aeronaves y terrorismo, cita el documento del Pentágono. El hecho de que se pida la pena capital implica que los acusados pueden enfrentar la pena de muerte.
La decisión final sobre la pena capital está en las manos del vicealmirante retirado Bruce McDonald, que en terminología militar es la autoridad de las comisiones militares equivalente a la corte civil criminal.
La última ejecución militar se realizó en 1961 cuando se comprobó la participación de elementos del Ejército de Estados Unidos que fueron declarados culpables de violar e intentar asesinar a una niña austriaca.
Mohammed recibió cargos en mayo de 2008, antes de estar ante la comisión militar en Guantánamo, pero los cargos fueron suspendidos a principios de 2009 cuando el gobierno de Obama se hizo cargo del caso y pidió una revisión de los expedientes detenidos en esa prisión del extranjero.
Ese mismo año, el fiscal general, Eric Holder, anunció que Mohammed y otros sospechosos de terrorismo serían procesados bajo el sistema de justicia militar.
El gobierno de Obama había considerado transferir a Estados Unidos a algunos sospechosos de terrorismo para llevar a cabo el juicio en tribunales especiales, militares o civiles. Pero después de conflictos políticos, el presidente anunció que los casos estarían en los tribunales de Guantánamo.
Obama también se comprometió a cerrar el centro de detención de Guantánamo después de un año de convertirse presidente. Sin embargo, la prisión sigue abierta debido a las complejidades legales en la situación de algunos detenidos y la oposición del Congreso de enjuiciarlos en tribunales penales de Estados Unidos.