Sicilia: obstinada, la defensa de Calderón de su estrategia anticrimen
El rosario de una víctima se convirtió en el símbolo del diálogo que se realizó este jueves entre el presidente Felipe Calderón y el poeta Javier Sicilia, quien pidió al ejecutivo reconocer que la estrategia de seguridad ha sido contraproducente para el país y para los ciudadanos.
En un encuentro realizado en el Castillo de Chapultepec, en la Ciudad de México, el poeta destacó que el mandatario haya aceptado la deuda que tiene con las víctimas del crimen , pero calificó de obstinada su forma de defender una "guerra absurda" contra la delincuencia.
El líder del Movimiento por la Paz, la Justicia y la Dignidad, le dijo al mandatario mexicano que no hay un sólo indicador que muestre que la "guerra atroz" esté funcionando.
"¿Por qué no reconoce humildemente que también se pueden hacer otras cosas, además de alimentar esta maquinaria policíaca y militar?", preguntó Sicilia.
El poeta recriminó al presidente que se haya iniciado una lucha contra criminales con instituciones políticas podridas, que hasta la fecha, siguen dañando la estructura social del país.
María Elena Herrera, una de las víctimas que participó en el diálogo con el presidente, denunció que cuatro de sus hijos están desaparecidos, además de exigir una investigación, dijo que hay un número sin especificar todavía, de personas honestas y trabajadoras que un día simplemente ya no llegaron a su hogar.
Calderón se comprometió a dar resultados a ese y cada uno de los cinco casos expuestos, en un periodo máximo de tres meses, cuando se realizará un nuevo encuentro.
El mandatario pidió apoyo al movimiento de Sicilia para recuperar la memoria y recordar a cada una de las víctimas de esta lucha, que según organizaciones civiles, ha costado la vida a 40,000 méxicanos.
Julian LeBaron, integrante del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, entregó al ejecutivo placas con el nombre de las víctimas y pidió que se hiciera un memorial en su honor.
"Me gustaría ser recordado por cosas que he hecho en educación, por ejemplo, pero sé que seré recordado por este tema (de violencia) y probablemente con mucha injusticia", dijo el mandatario federal.
Antes, Calderón había aceptado pedir perdón a todos los mexicanos que han resultado víctimas de la lucha que se vive en el país entre delincuentes y fuerzas federales, pero rechazó que se haya iniciado sin una estrategia específica y clara.
A la reunión, además de medios de comunicación, acudieron testigos de honor como el sacerdote Alejandro Solalinde, la politóloga Denisse Dresser y el historiador Enrique Krauze.