Tan cerca de la victoria y de la muerte: el asesinato de Rodolfo Torre
Estuvo tan cerca de la victoria y a la vez tan lejos de lograrla. Este martes 28 de junio se cumple un año del asesinato de Rodolfo Torre Cantú , el abanderado de la alianza política Todos Tamaulipas, para la candidatura a la gubernatura de ese norteño estado, durante las elecciones de 2010.
A sólo seis días de los comicios del 4 de julio de 2010, el político fue asesinado junto con tres personas más, entre ellas su coordinador de campaña, Enrique Blackmore Smer, cuando se dirigía del municipio de Soto La Marina a la capital del estado, Ciudad Victoria, para tomar un avión a la fronteriza Matamoros, donde realizaría su cierre de campaña.
La alianza que encabezaba Torre Cantú la conformaban el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido Nueva Alianza (Panal). El político murió a los 46 años , mientras diversas encuestas electorales pronosticaban su triunfo.
“Es excepcional lo que sucedió con Rodolfo Torre Cantú, porque era ya un virtual gobernador. La ventaja que llevaba era enorme y estaba muy cerca la elección. Fue un indicador del poder que tienen las organizaciones criminales en la entidad”, señala el especialista en seguridad y socio fundador de Lantía Consultores, Eduardo Guerrero.
Su asesinato se sumó a los de José Mario Guajardo Valera , candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la alcaldía de Valle Hermoso, quien falleció en marzo de 2010, y el del alcalde de Hidalgo, Marco Antonio Leal García , en agosto de ese mismo año.
El 30 de junio de 2010, a dos días de la muerte del político, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI designó a su hermano, Egidio Torre Cantú , como candidato sustituto para las elecciones a gobernador. Ganó las elecciones con el 61.58% de los votos en el estado, según cifras del Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM).
Tamaulipas, un estado con alrededor de tres millones de habitantes, 43 municipios y fronterizo con Estados Unidos, celebró elecciones locales el 4 de julio de 2010. Al igual que otras 11 entidades, renovó gobierno estatal, congreso local y presidencias municipales.
Este lunes, Egidio Torre Cantú declaró que lamentaba los pocos avances de la Procuraduría General de la República (PGR) en la investigación del asesinato de su hermano, pero que la reciente designación de Marisela Morales como titular de la institución le daba esperanzas para el esclarecimiento del caso.
Tamaulipeco hasta la muerte
Torre Cantú era un funcionario arraigado a Tamaulipas. Nació en la capital un 14 de febrero de 1964 y se forjó académica y profesionalmente en las instituciones públicas de la entidad.
Provenía de una tradicional familia tamaulipeca y fue el cuarto de cinco hijos. Su padre, Egidio Torre López, también es médico, además de servidor público y priista. Hasta su fallecimiento estuvo casado con Laura Graciela de la Garza Montoto, con quien procreó tres hijos.
Torre Cantú egresó como médico de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) en 1987, representó al estado como diputado federal en la LXI Legislatura, fue presidente del PRI en la capital y director general de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Ciudad Victoria.
Se desempeñó como secretario de Salud estatal durante el mandato del priista Eugenio Hernández Flores, a quien intentaba suceder, y se mostraba como un candidato de unidad, carismático y con intenciones positivas, detalla Guerrero.
Desde 1980 fue militante del PRI, donde inició en el Movimiento Nacional de la Juventud Revolucionaria y participó en diferentes campañas para contiendas presidenciales, gubernaturas, diputaciones federales y locales, y alcaldías.
Durante su campaña, el político planteó que en materia de seguridad, Tamaulipas necesitaba una “acción gubernamental sistémica y firme, aunque con una visión integral”, como la capacitación intensa de sus cuerpos policiacos.
El asesinato que anunció la violencia
La muerte de Torre Cantú anunció un periodo de violencia inédito para Tamaulipas. Sólo en 2010 la entidad registró oficialmente 719 homicidios dolosos, es decir, casi 60% por encima de 2009 y más del doble que los de 2008, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Para mayo de este año la cifra no parece mejorar, pues para el corte del mes se habían registrado 396 de estos delitos en la entidad.
“La situación que vive Tamaulipas es excepcional, tanto por la gran fortaleza de los grupos que están ahí, con su capacidad de carácter casi militar y, por otro lado, la gran debilidad de las instituciones de gobierno”, dice Guerrero.
El consultor asegura que el asesinato de Torre Cantú fue un hito en la historia de Tamaulipas, porque anticipó algunos eventos violentos que ocurriría a partir de su muerte, como el éxodo de más de 100 familias de la fronteriza ciudad Mier en noviembre pasado, a raíz de la muerte del capo del cártel del Golfo, Ezequiel Cárdenas Guillen, Tony Tormenta.
Esta muerte, continúa el especialista en seguridad, anticipó la masacre en el municipio de San Fernando de al menos 72 migrantes centro y sudamericanos, y donde el Ejército también descubrió 47 fosas clandestinas con 183 cadáveres.
Tamaulipas ha registrado numerosos hechos de violencia desde 2010, como enfrentamientos entre soldados y presuntos narcotraficantes, bloqueos en vialidades, asesinatos y un atentado contra el consulado estadounidense en la ciudad de Nuevo Laredo .
De las más de 34,600 muertes relacionadas con la delincuencia organizada documentadas por el gobierno federal durante 2006 y 2010, Tamaulipas acumuló el 4.2% del total .
