El Ejército captura a otro zeta implicado en la masacre de San Fernando
Un integrante más del grupo delictivo de Los Zetas, que presuntamente participó en las masacres cometidas en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, fue detenido este jueves por militares.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que detuvo en Coatzacoalcos, Veracruz, a Abraham Barrios Caporal, El Erasmo, quien al momento de su detención mantenía a una persona secuestrada.
Barrios Caporal confesó que el año pasado participó en la matanza de 72 migrantes centroamericanos en San Fernando bajo órdenes de Salvador Alfonso Martínez Escobedo, La Ardilla, quien le solicitó indagar si los pasajeros de autobuses eran integrantes del cártel del Golfo.
El detenido dijo que huyó de Tamaulipas cuando la Marina atrapó a Martín Omar Estrada Luna, El Kilo , en abril pasado.
La Secretaría de Marina presentó a Estrada Luna como presunto responsable intelectual y material del asesinato de los 72 migrantes encontrados en un terreno de San Fernando, y de otras 145 personas cuyos cadáveres fueron hallados en fosas clandestinas.
Hace dos semanas, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) detuvo a Édgar Huerta Montiel, El Wache , considerado lugarteniente al servicio de Los Zetas en Tamaulipas.
Huerta Montiel confesó que en agosto de 2010 encabezó el secuestro de dos camiones de carga en los que viajaban clandestinamente al menos 72 migrantes de origen centroamericano.
Según la declaración de El Wache, de 22 años, él asesinó al menos a 10 de los migrantes secuestrados y ordenó el secuestro de seis autobuses de pasajeros en el municipio de San Fernando, Tamaulipas. Detalló que las personas eran trasladadas a casas de seguridad en donde eran torturados para obtener información e indagar si colaboraban con el cártel del Golfo.
Los Zetas solían ser el brazo armado de ese cártel, pero desde hace unos años se enfrentan por el control de la plaza en el estado fronterizo de Tamaulipas para el tráfico de drogas a Estados Unidos.
Édgar Huerta también confesó que los cadáveres de los pasajeros secuestrados eran depositados en fosas clandestinas en el municipio de San Fernando.
En abril pasado, las autoridades federales encontraron al menos 47 fosas con por lo menos 193 cadáveres que no han sido identificados.