El PRD vive una disputa interna por sus descalabros en las elecciones
El opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD), la principal fuerza política de la izquierda mexicana, vive una batalla interna por las derrotas que sufrió el domingo pasado en las elecciones para gobernador en tres entidades: Estado de México, Coahuila y Nayarit.
Los descalabros del perredismo, que algunos analistas consideran “mayúsculos” , han desatado un intercambio de acusaciones entre sus militantes, que unos a otros se responsabilizan de los tropiezos o, en algunos casos, buscan culpables fuera de las filas del partido.
Alejandro Encinas, candidato de la izquierda en el central Estado de México, aseguró la noche del domingo que su derrota en los comicios se debió a que el gobierno mexiquense, en poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), actuó indebidamente para favorecer a su abanderado, Eruviel Ávila . También denunció que el Instituto Electoral local (IEEM) fue una autoridad parcial.
Esa visión no fue del todo compartida por su coordinador de campaña y dirigente estatal del PRD, Luis Sánchez Jiménez, quien el lunes atribuyó el resultado negativo al ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador . Según Sánchez Jiménez, López Obrador influyó en Encinas para que rechazara aliarse con el Partido Acción Nacional (PAN), una coalición que habría dado al perredismo más posibilidades de vencer al PRI.
Encinas sostuvo que “no hay responsabilidad de Andrés Manuel” y reiteró que su rechazo a una alianza con el PAN se debió a que ambos partidos tienen ideologías y proyectos distintos. A diferencia del PRD, el PAN es un partido de derecha.
Otro político que achacó la derrota del perredismo en el Estado de México a la falta de una coalición con el PAN fue el jefe del Gobierno del Distrito Federal (GDF), Marcelo Ebrard, aspirante a la candidatura presidencial de la izquierda en 2012 .
Durante una entrevista este martes, el funcionario aseguró que Encinas —a quien apoyó en la campaña— hizo “un gran trabajo” como candidato para enfrentar a la “maquinaria inmensa” del PRI, pero la única manera de “balancear el poder” es “conjugando esfuerzos”.
“Yo diría que esa es una decisión que tomó el propio candidato que defendimos. Alejandro Encinas dijo: ‘No quiero una alianza, vamos a ir así’, bueno, ahí están los resultados”, declaró. La coalición Unidos Podemos Más —formada por el PRD, el Partido del Trabajo (PT) y Convergencia— perdió frente al PRI por más de 40 puntos .
López Obrador, el factor que divide
Los señalamientos contra López Obrador se extendieron más allá del Estado de México. El lunes, el candidato perredista al gobierno de Nayarit, Guadalupe Acosta Naranjo, acusó al ex candidato presidencial de su derrota en los comicios, por haberse opuesto a una alianza con el PAN.
Acosta Naranjo, quien quedó en tercer lugar de la votación con alrededor de 11% de los sufragios, detalló este martes en una carta que la política de alianzas con el PAN aplicada en 2010 permitió al perredismo cosechar triunfos en tres elecciones estatales — Oaxaca, Puebla y Sinaloa —, por lo que se debió seguir con ella.
“Pero en lugar de continuar con la estrategia que funcionó en 2012, se decidió, en el mejor de los casos, ir sólo con las fuerzas de izquierda. El principal impulsor de esa política fue Andrés Manuel López Obrador. Sin alianzas sólo hubo derrotas y retrocesos”, dice la misiva.
Jesús Ortega, ex dirigente del PRD, aseguró este martes que López Obrador fue “actor fundamental” para terminar con la política de alianzas, que había dado resultados, según declaraciones recogidas por la agencia Notimex.
Hasta ahora, López Obrador ha rechazado responder a esos señalamientos, bajo el argumento de que los enemigos del PRD están fuera del partido. Esos adversarios, sostiene, son “la mafia del poder” conformada por el actual gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto , la líder sindical Elba Esther Gordillo y algunos empresarios.
Durante una conferencia de prensa este martes, anunció que iniciará una gira por el país para advertir sobre el posible regreso del PRI a la Presidencia, que ocupó durante 71 años, así como de su intención de “eternizarse” en el poder.
El PRD, que en las elecciones para gobernador en Coahuila obtuvo menos del 1% de la votación, realizará en los próximos días una reunión de evaluación de sus resultados electorales.