Las elecciones de 2012 plantean escenarios difíciles a los partidos
La cuenta regresiva para las elecciones presidenciales del 2012 ha iniciado, y aunque hay un claro favorito en las encuestas de preferencia, ello no es garantía de triunfo.
Analistas coinciden en que pese a que el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto , es el gran favorito según diversos estudios de opinión, eso no implica un pase directo a la presidencia de México.
Después de 71 años de gobiernos priistas y dos periodos de gobierno encabezados por la derecha con el Partido Acción Nacional (PAN), el PRI recupera fuerza, ahora en condiciones competitivas y con un árbitro electoral autónomo, lo cual le da legitimidad.
“ Las elecciones de la semana pasada (en el Estado de México) demuestran que hay fuerza y unidad en el PRI, además de la debilidad del PAN y el PRD, lo cual favorece al gobernador Enrique Peña Nieto en 2012”, afirma el director del Instituto México del Woodrow Wilson Center, Andrew Selee.
Sin embargo -aclara-, siempre es riesgoso predecir una elección con un año de anticipación, ya que una siempre se puede ver sacudida por circunstancias inesperadas.
Duncan Wood, director de la licenciatura en Relaciones Internacionales del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), dice que el escenario más probable es que el PRI gane la Presidencia, y tenga mayoría en la Cámara de diputados (pero probablemente no en el Senado).
“Si el PAN y el PRD realmente quieren tener posibilidades de hacerlo (vencer al PRI), tendrán que decidir muy pronto en sus respetivos candidatos, unirse atrás de ellos, definir sus plataformas, y empezar a atacar a Peña Nieto”, agrega Wood, Senior Associate del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales en Washington DC (CSIS, por sus siglas en inglés).
Aunque Peña Nieto lleva ventaja, en los últimos tres comicios presidenciales ninguno de los candidatos vistos como favoritos han triunfado en la elección.
Luis Donaldo Colosio fue asesinado a cuatro meses de llevarse a cabo la elección de 1994; Francisco Labastida, candidato del PRI perdió frente al candidato del PAN, Vicente Fox, y Andrés Manuel López Obrador, del PRD, quien alcanzó altos niveles de popularidad y apoyo, perdió ante un candidato que ocho meses antes de las elecciones no era conocido ni por el 2.5% de la población: Felipe Calderón, también del PAN.
"El líder en las encuestas tiene que ser cauteloso", agrega Wood.
"Siempre es posible que puede surgir información que dañará a su campaña. Pero parece que el PRI está unido atrás de él, contando con toda la experiencia del partido, con su círculo de mentores (como Carlos Salinas, ex presidente de México), y con toda la maquinaria del PRI. Me parece que será muy difícil derrotarlo”, afirma Wood, que también es senior advisor, en el Instituto México del Woodrow Wilson Center.
Para Claudio López-Guerra, investigador de la división de estudios políticos del Centro de Investigación y Docencia Académicas (CIDE) "básicamente lo único que tiene que hacer Peña Nieto es eso: no cometer errores".
"En cuanto a mi predicción del ganador, no se puede decir nada con certeza a estas alturas, pero me sorprendería que Peña Nieto no fuera el ganador".
"En ningún momento debe asumir que ya ganó, pues será el blanco de los demás candidatos, y le van a tratar de pegar fuerte. Pero básicamente lo único que tiene que hacer es eso: no cometer errores", dice el investigador del CIDE.
¿Por qué por el PRI otra vez?
La gente votaría por el PRI porque, a diferencia del 2006, tiene un candidato carismático que ha tomado las decisiones políticas correctas en los momentos correctos, dijo López-Guerra.
"(Enrique Peña Nieto) ya demostró que tiene un equipo de trabajo que sabe manejar bien los procesos electorales. Además, tras haber cosechado triunfos electorales históricos en las última década, el PAN y el PRD no han estado a las alturas de las expectativas. El problema está en ambos lados de la ecuación: la gente se hizo demasiadas expectativas, y estos partidos tampoco han sabido responder adecuadamente ante los retos que enfrenta el país", explicó el analista.
La fuerza del PRI crece además con votos. En las últimas elecciones estatales ganó 11 de 14 gubernaturas, donde sólo perdió en los estados donde se formaron alianzas entre el PAN y el PRD y con candidatos ex priistas. Hoy por hoy, el PRI gobierna en 19 de 32 entidades en México; los gobiernos aliancistas en tres; el PAN en 5 y el PRD en 4.
Esta semana, el partido oficial de Acción Nacional reconoció que tiene que definir una estrategia hacia el 2012 ante el mejor momento del PRI después de las reformas.
El diagnóstico de su dirigente nacional, Gustavo Madero , es que siete son demasiados precandidatos y no permiten tener un liderazgo competitivo.
En la izquierda, el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, y el ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, aspiran a la candidatura con el apoyo del Partido del Trabajo y Convergencia.
En la opinión de López-Guerra, es poco probable una ruptura en los partidos de izquierda por la definción de una candidatura, ya que tanto Ebrard como López Obrador podrían declinar en favor del otro llegado el momento de elegir al candidato que encabece al PRD, PT y Convergencia.
En la opinión de Duncan Wood “los problemas de la izquierda significan que la clase media no está dispuesta a votar por el PRD. Los que pensaron en votar por López Obrador en el 2006 ya no lo consideran como un candidato aceptable, y no hay nadie más que puede unir a tantos votantes”.