La presión de ciudadanos, redes y medios liberó a Mariel Solís: amigos
Unas horas después de que la estudiante Mariel Solís fuera detenida por autoridades del Distrito Federal acusada de participar en un asesinato cometido en agosto de 2009, sus familiares y amigos iniciaron en las redes sociales una campaña para defender su inocencia, una medida que, afirman, influyó para que este jueves fuera liberada por falta de pruebas.
La detención de Solís , de 23 años y descrita como una joven dedicada a sus estudios, ocurrió la mañana del viernes 8 de julio, cuando agentes la detuvieron al salir de su domicilio.
La Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) la señaló como cómplice de dos hombres que hace casi dos años intentaron asaltar al profesor Salvador Rodríguez y Rodríguez. El hecho sucedió en la avenida Copilco, en el sur del DF, cerca del campus principal de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde trabajaba el académico y Solís estudiaba la carrera de Ciencias de la Comunicación.
Solís, según la PGJDF, había sido identificada en videograbaciones como la mujer que siguió a Rodríguez y Rodríguez y un acompañante durante la visita que realizaron a un banco para retirar dinero. De acuerdo con esa versión, Solís llamó a los asaltantes para que interceptaran a sus víctimas y efectuaran el robo. En el incidente, el maestro murió a causa de impactos de bala.
La familia de la estudiante supo que estaba detenida hasta la noche del viernes. Sus amigos se enteraron poco después.
“Todas estábamos igual, en el desconcierto de qué había pasado, hasta que una de nosotras se comunicó con su mamá”, dijo Cristina Hernández, una de las mejores amigas de Solís y ex compañera en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
“Lo primero que se nos ocurrió fue abrir una cuenta en el banco (para reunir recursos para contratar abogados) y darle difusión al caso”, agregó. Solís, quien se especializó en Producción Audiovisual, vive sólo con su madre en una situación económica “modesta”, según Hernández.
Dos eran los principales argumentos de la PGJDF contra Solís: primero, que los otros dos implicados —detenidos meses después del crimen— la habían señalado como cómplice, y segundo, el supuesto parecido de la estudiante con la mujer que aparece en las videograbaciones. Tras conocer las imágenes difundidas por las autoridades, los familiares y amigos de Solís supieron que no se trataba de ella y comenzaron a divulgarlo en las redes sociales.
“Me entero el domingo, empiezo a retuitear, a llamarle a mis amigos y compañeros por teléfono, a mandarles un correo… En dos horas empecé a notar que todo mundo estaba enterándose y empezaron a usar el hash tag #MarielSolís ”, dijo Ruth Muñiz, también ex compañera de la estudiante.
Otra etiqueta empleada fue #EnlaUNAMno , en alusión al rechazo de los alumnos de la UNAM a que uno de ellos fuera acusado injustamente.
Las redes sociales, “nuestro único recurso”
Para el lunes, luego de que muchos amigos de Solís supieran de su situación a través de Twitter, Facebook o correos electrónicos, algunos de ellos pensaron en promover el caso en los medios de comunicación y dirigirse con funcionarios mediante las redes sociales. Así, lograron que algunos noticiarios cubrieran el tema y que el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, les prometiera arreglar una reunión con el procurador, Miguel Ángel Mancera.
“Nuestra idea era que más gente lo supiera, que no se quedara nada más entre nosotros y nuestra angustia y la de su familia”, dijo Hernández. “No teníamos una estrategia de qué hacer, de que por Twitter íbamos a alcanzar a las autoridades. Yo creo que más bien se fue dando con las ideas de todos los compañeros… fue nuestro único recurso”.
Mancera se reunió con la familia y los abogados de Solís el martes. Un día después, según las amigas de Solís, los otros involucrados en el crimen se negaron a tener una audiencia con la estudiante para sostener sus acusaciones. Hacia las 6:00 horas del jueves 14 de julio (hora local), la PGJDF la dejó libre por falta de pruebas.
Cuestionado por periodistas, el procurador rechazó que la presión de los medios o de los ciudadanos a través de las redes sociales hubiera influido en la decisión. La liberación de Solís, según Mancera, se debió a que cuatro testigos constataron que la alumna no era la mujer de las videograbaciones, que no frecuenta el rumbo donde ocurrió el crimen y que se encontraba atendiendo sus clases cuando éste se cometió.
También han trascendido versiones de que uno de los implicados se retractó de haber señalado a Solís como su cómplice y afirmó que policías judiciales lo obligaron a hacerlo. Al respecto, Mancera comentó que el sospechoso ha incurrido en varias inconsistencias en sus declaraciones y aún no ha identificado a los agentes que presuntamente lo presionaron.
“Yo creo que sí influyó (la presión de las redes sociales), incluso como compañeros estamos un poco impactados, no era la idea inicial hacer una campaña tan grande”, dijo Muñiz.
Para Hernández, uno de los factores que tuvieron impacto en la liberación fue la inspiración que les dio el reciente documental Presunto culpable , que cuenta cómo un hombre encarcelado en México por un crimen que no cometió fue puesto en libertad. “Ya teníamos como un antecedente, una esperanza de que sí se puede dejar libres a personas que son inocentes”, comentó.
“Siento que (la campaña en redes sociales) fue una presión para el procurador, porque de poder pasar como un caso inadvertido, como desgraciadamente debe haber miles, éste tuvo el apoyo de mucha gente”, dijo Hernández. “No sabíamos que íbamos a tener esa respuesta, que la iban a dejar libre tan rápido”.