Michoacán busca a 48 desaparecidos en las fosas de Tamaulipas
Cuatro michoacanos han sido identificados en las fosas clandestinas encontradas en San Fernando, Tamaulipas, pero todavía faltan 48 que han sido reportados como desaparecidos ante la Procuraduría General de Justicia estatal.
El procurador, Jesús Montejano Ramírez, informó que los cuatro michoacanos identificados eran originarios del municipio de Huetamo, y que se sigue buscando al resto en las fosas clandestinas ubicadas en el norte del país.
El funcionario dijo que se han tomado muestras de ADN a los familiares que han reportado alguna desaparición y que éstas se han dirigido a Tamaulipas para cotejar los más de 200 cuerpos exhumados en San Fernando.
En ese municipio del norte del país, se han encontrado al menos 40 fosas clandestinas. Las autoridades atribuyen los crímenes al grupo delictivo de Los Zetas.
Los casos más recientes de desaparición en Michoacán fueron reportados la semana pasada, cuando se informó que dos jóvenes pescadores que salieron de Pátzcuaro dejaron de tener contacto con sus familiares en el estado de Jalisco cuando se dirigían al norte del país para la venta de pescado.
Montejano Ramírez ha desestimado los conteos de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos sobre el número de desaparecidos en la entidad. Ese organismo asegura que por lo menos han desaparecido 80 michoacanos en lo que va del año.
La preocupación por las desaparecidos de esa entidad del Pacífico mexicano cobraron fuerza en septiembre del año pasado, cuando 20 michoacanos desaparecieron en el puerto de Acapulco, Guerrero. Casi dos meses después, las autoridades guerrerenses encontraron los cadáveres en una fosa clandestina.
Tamaulipas, en el noreste de México, es uno de los estados más violentos del país debido a la actividad de grupos delictivos como el cártel del Golfoy Los Zetas, antiguos aliados que se disputan el control de rutas para ingresar drogas a Estados Unidos. A pesar de la presencia de fuerzas de seguridad federales —policías, marinos, soldados—, persisten los hechos de violencia.
Michoacán, en el suroeste de México, es otro de los estados más violentos por la violencia ejercida por Los Zetas y La Familia Michoacana, dedicados al narcotráfico, la extorsión y el secuestro.
En diciembre de 2006, tras asumir la presidencia, Felipe Calderón inició en Michoacán —su tierra natal— una serie de operativos contra la delincuencia que se extendieron a otras entidades.