Los Legionarios sabían de los abusos de Maciel dos años antes de su muerte
El exvicario general de los Legionarios de Cristo, Luis Garza Medina, reconoció que tuvo certeza desde 2006 de la "doble vida" del fundador, Marcial Maciel Degollado, acusado de abusos sexuales a menores.
En una entrevista difundida por la congregación, quien fuera uno de los principales colaboradores de Maciel dijo que nunca creyó las denuncias que se publicaron en 1998, que incluso no tomó en serio las primeras conclusiones de El Vaticano sobre la culpabilidad, pero que en junio de 2006, finalmente tuvo constancia de lo que ocurría.
"Los funcionarios de Vaticano nos dijeron que, pese de la ausencia de un proceso canónico, ellos concluyeron con certeza moral que era culpable y por lo tanto el santo padre impuso sanciones", indicó.
"Según los procedimientos normales, (en mayo de 2006), no compartieron sus pruebas con nosotros. Entonces, siento decir, en un primer momento no creí que las acusaciones fueran verdaderas. Esto era probablemente una negación de mi parte, pero así fue mi primera reacción", agregó.
Estableció que en junio de ese mismo año, Luis Garza reconoció que tuvo conocimiento de "nuevas pruebas" (aunque no especificó cuáles) e inició una "investigación personal" que le permitió descubrir, en septiembre de ese año, que Maciel había engendrado al menos una hija.
"Seguí investigando y, antes del verano de 2008, nosotros teníamos un cuadro amplio de la situación", expuso.
A la muerte de Marcial Maciel, el 30 de enero de 2008, los Legionarios de Cristo y los miembros del Regnum Christi brindaron un especial tributo al fundador, un tratamiento propio de un santo.
En aquellos días, cuando la cúpula de la Legión ya conocía la verdad sobre los actos inmorales del sacerdote, el director general, Álvaro Corcuera, intentó lograr un permiso vaticano para trasladar su cuerpo de Estados Unidos a Roma.
La Congregación para la Doctrina de la Fe prohibió a los Legionarios realizar el traslado y les impuso llevar a cabo exequias privadas en Cotija de la Paz, en el estado mexicano de Michoacán, lugar de nacimiento del fundador.
El exvicario general ya conocía para entonces las adicciones de Maciel, sus abusos sexuales y de sus amantes e hijos; pero ni él ni los superiores legionarios impidieron que los cortejos fúnebres se celebraran con emotivas ceremonias y homenajes.
En la entrevista, Garza Medina, quien será a partir del 1 de agosto director territorial de la Legión en Norteamérica, aceptó que la cúpula actuó mal y fue deficiente a la hora de informar a todos los miembros la verdad sobre el fundador.
"La decisión consistía en que nosotros deberíamos tender la mano a cada legionario y miembro consagrado personalmente; entonces ellos podrían tener algún tiempo para aceptar el escándalo antes de la necesidad de explicarlo a amigos, vecinos y familias", dijo.
"Claramente hicimos un trabajo imperfecto y subestimamos el efecto público. Quizá no había ningún modo de hacer esto de una forma ideal. El padre Maciel era nuestro fundador y nos convencimos de que él era un hombre bueno y santo. Ninguno de nosotros pensó jamás en investigar por encima de él", dijo-
Los Legionarios de Cristo viven un proceso de reforma interno ordenado por el Papa Benedicto XVI, como consecuencia de los delitos del fundador y que culminará con una renovación del reglamento interno de la orden así como de su dirigencia.