Unos 300 migrantes se suman a la caravana de centroamericanos en México
Unos 300 migrantes subieron la tarde de este miércoles al tren que los llevará de Chiapas al centro de México. Desde la parte superior de los vagones, alcanzaron a despedirse de la Caravana Paso a Paso Hacia la Paz, compuesta por familiares de centroamericanos desaparecidos en México.
Ana tiene apenas 16 años. Viaja con su hermana y otra mujer, las tres originarias de Guatemala. Dice que no tiene miedo de subir al tren, el medio de transporte que usan los migrantes que carecen de recursos para usar otras vías más seguras.
Las mujeres se encogen apenas la locomotora empieza a pitar, signo de que falta poco para que arranque. Arriba, en la parte superior de los vagones no hay lugar donde asirse. Van sentadas sobre una superficie lisa atravesada por unas varillas angulosas, con canales que lastiman al sentarse sobre ellas.
Algunos migrantes usan sus cinturones para amarrarse a estas varillas, y evitar así caer ante los movimientos bruscos del tren. Una caída sería fatal, aseguran los migrantes que se alojan en el albergue Jesús El Buen Pastor, ubicado en Chiapas, especializado en recibir a centroamericanos con brazos y piernas amputados, producto de las caídas del tren.
Antes que este vehículo de la empresa Ferrocarril del Sureste inicie su travesía para llevar harina y cemento al centro y norte del país, el silbato de la locomotora suelta un pitido que hace que cientos de migrantes salgan de entre la maleza, o de las llamadas “casas de seguridad”, que usan los traficantes de humanos para esconderlos por 300 pesos al día.
Todos corren a subirse, incluso los vendedores de agua, tortas, galletas, mochilas. Son los beneficiados de la llamada “industria del migrante” , que deja millones de pesos a quienes trafican con ellos o les prestan diversos servicios en el camino.
Los migrantes que subieron al tren en esta ocasión observaron con asombro a los familiares de quienes antes que ellos emprendieron la misma ruta y en el camino desaparecieron. Todos vienen de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Ana, la joven adolescente proviene de una región apartada de la selva del Petén, resalta entre el grupo de hombres. Arriba del tren la zona parece ser territorio libre, pero es un secreto a voces que los mejores lugares y las zonas más seguras se pagan a los guías, coyotes o traficantes de personas.
El riesgo de ser asaltado, secuestrado o abusada sexualmente, es mayor entre quienes viajan en tren , según las estadísticas oficiales y estudios sobre el fenómeno migratorio.
Los integrantes de la Caravana Paso a Paso Hacia la Paz que cruzaron la zona de las vías, justo antes de que arrancara el tren, lanzaron bendiciones a quienes iban en este transporte. Ellos respondieron, entre el asombro y la emoción.
La caravana se realiza durante la visita a México del relator sobre los Derechos de los Trabajadores Migratorios y sus Familias de la CIDH , el chileno Felipe González, quien permanecerá hasta el 2 de octubre para evaluar el estado de los migrantes en México.
Se calcula que unos 250,000 migrantes cruzan el país anualmente, la mayoría centroamericanos.