La pobreza en México aumentó por los efectos de la crisis de 2008
De las consecuencias de la crisis financiera del 2008, ni los más ricos se salvaron. Así lo informó el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) el 15 de julio de este año, con base en los resultados de su más reciente Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares.
Con los datos de esta misma encuesta, el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) realiza una estimación de la población que vive en pobreza en México, cuyos resultados dará a conocer este viernes 29 de julio.
Hasta la última medición, el 44.2% de los mexicanos vivían en pobreza de patrimonio, es decir, sin los ingresos suficientes para consumir una canasta básica de bienes y servicios, pero tampoco para pagar el transporte público, servicios de salud, medicinas, vestido, educación y mucho menos tener vivienda propia con agua, electricidad y gas.
Dicha cifra fue mayor que la obtenida en el 2006, cuando la población con carencias era de 42.6 por ciento.
México es uno de los países donde se cuenta con una de las metodologías más completa para la medición de la pobreza, según Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo de la Coneval.
Mientras organizaciones como el Banco Mundial siguen estableciendo que cualquiera que gane menos de 1.25 dólares al día es pobre – los que ganen aunque sea un dólar más que eso, ya no lo son – y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) considera como pobre a cualquiera que no pueda consumir una canasta básica de alimentos, en México se toman en cuenta ocho indicadores que van desde tener ingresos insuficientes para alimentarse tres veces al día, hasta haber o no terminado la educación básica o tener suelo de concreto o tierra en casa.
Hernández Licona indicó que para los resultados del 2010, se desconocía qué podría tener más peso en los niveles de pobreza en México: la caída en los ingresos por la crisis financiera o el aumento en la cobertura de los servicios de salud y educación.
Una de las crisis que más número de mexicanos sumó a la pobreza fue la de 1994. En 1996, casi el 70% de las personas vivieran con carencias. A partir de ese año, cada vez que se mide la pobreza se han reportado porcentajes más bajos y a excepción de la ligera subida que se registró de 2006 a 2008, cada vez hay menos pobres.
La medición de la pobreza permitirá saber qué tan vulnerable es la población mexicana a los efectos de las crisis financieras internacionales.