La violencia, hilo conductor de mensaje de Calderón en Informe de Gobierno
El mensaje del presidente Felipe Calderón con motivo del Quinto Informe de Gobierno se centró en el tema de la seguridad y en las acciones que ha emprendido su administración para hacer frente al crimen organizado.
El Ejército y la Marina fueron reconocidos con un aplauso de pie de los asistentes, durante el mensaje de una hora y 30 minutos del mandatario mexicano, quien dijo que la participación “firme y valiente” de las fuerzas armadas “ha sido decisiva en la defensa de México”.
Calderón reiteró que no dará marcha atrás en la implementación de la Estrategia Nacional de Seguridad que tiene como primer punto el combate frontal a los delincuentes.
“De no haber hecho nada, en lugar de la utópica intranquilidad, el país estaría totalmente dominado por los cárteles, el crimen habría crecido hasta hacer inoperantes a las instituciones (…) los cárteles manejarían recursos del Estado y de la Sociedad”, dijo el mandatario, quien agregó que hasta el último día de su mandato se le hará frente “con firmeza” al crimen organizado.
“Si perseveramos en nuestro esfuerzo, lograremos contener a los criminales hasta hacerlos entender que no puede meterse con la sociedad”.
Aseguró que parte del problema del crimen organizado es la vecindad con Estados Unidos el mayor consumidor de drogas, por lo que este problema exige además de cooperación bilateral, medidas para disminuir el consumo y el tráfico de armas.
El mandatario mexicano también anunció la creación de la Procuraduría Social para la Atención de Víctimas de la Violencia, que se encargará de atender "a quienes han sido lastimados por la violencia de los criminales”.
Con esa instancia “daremos un paso fundamental para cerrar las heridas que se han abierto”, dijo Calderón.
En el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México, sede del mensaje del presidente, se guardó un minuto de silencio por las víctimas.
Expansión criminal, alarmante
La primera parte del mensaje de Calderón —que tuvo una duración aproximada de 40 minutos—, se concentró en explicar el fenómeno delictiv o, su crecimiento y las acciones para frenarlo.
El mandatario detalló que en el pasado, hubo una estrategia basada en “la lógica de que si no te metes con ellos, no pasa nada. Ese error permitió que crecieran (…) Esa expansión criminal, que al principio era imperceptible, es hoy alarmante”.
Según Calderón, la expansión ha provocado una sensación generalizada de temor que ha “paralizado” a las autoridades del país y que se disparen los delitos del orden común.
Urgió a los gobernadores del país a depurar sus cuerpos policiales y a comprometerse a que en mayo del próximo año todos los mandos medios y superiores y la mitad de los mandos operativos, habrán aprobado los controles de confianza.
Calderón también anunció un programa de depuración para la Procuraduría General de la República (PGR) para elevar las capacidades de la policía ministerial.
“Los mexicanos estamos luchando por construir un país de leyes y libertades, claudicar no es la opción (….) por muy difícil que parezca la lucha, vamos a vencer a esos criminales, unidos construiremos un México de paz con justicia”, dijo.
El mandatario reconoció que los logros en economía, educación , desarrollo social y otros rubros, se ven opacados “ante la abrumadora preocupación que con justa razón sentimos por el tema de la inseguridad. Nos tocó enfrentar a un verdadero cáncer social y además en su estado de expansión más violento, lo importante es que estamos enfrentándolo con una estrategia integral”.
“Esta lucha debe seguir, tenernos que seguir combatiendo a los criminales y los vamos a derrotar (…) Nos liberaremos de la esclavitud de la criminalidad que nos amenaza”, concluyó el presidente.
Felipe Calderón implementó la Estrategia Nacional de Seguridad en diciembre de 2006 cuando ordenó el despliegue militar en el estado de Michoacán para combatir al crimen organizado.
Desde entonces, según cifras oficiales, han muerto 34,612 personas por presuntos enfrentamientos entre bandas rivales. Sin embargo, organizaciones civiles acusan que al menos son 40,000 los muertos, muchos, víctimas inocentes.