Las familias afectadas por la inundación regresan poco a poco a Cuautitlán
Con esta petición se despertaba día a día la pequeña hija de Juliana, quien vivía en una casa de tabique y lámina en el Pueblo de San José Puente Grande, en el municipio de Cuautitlán México, en el Estado de México.
Su casa, igual que otras mil 600 viviendas, quedó bajo el agua desde el 3 de septiembre , cuando una pared del Río Cuautitlán colapsó y permitió que se vertieran más de 2 millones de metros cúbicos de agua hacia terrenos de siembra, campos de futbol y unidades habitacionales; en alguna zonas el agua alcanzó hasta dos metros de altura.
Los niveles de agua descendieron este fin de semana a 30 centímetros y poco a poco las familias van regresando a sus hogares en algunas zonas, que permanecieron bajo el agua durante nueve días.
Personal de la Secretaría de Desarrollo Social se encuentra en la zona afectada repartiendo despensas y agua embotellada.
Juliana es uno de los cerca de 20 niños que han vivido estos días en el gimnasio municipal habilitado como albergue por la Alcaldía de esta localidad. Ahí se refugiaron las personas que no tenían a dónde ir. Ahora poco a poco las familias abandonan el albergue para enfrentar su nueva realidad.
“Teníamos poquitos muebles, ahí le íbamos juntando para comprar que una tele, que un estéreo, pero ahora nada sirve, nomás se le ven las láminas a la casa”, comenta la madre de Juliana.
En el albergue reciben tres comidas al día y la gente de diversas localidades cercanas los apoya donándoles ropa, de la que escogió algunas prendas para ella y para sus hijos.
Conforme pasan los días aumenta la desesperación, sobre todo de los pequeños, quienes extrañan su hogar, sus juguetes y hasta sus perros.
“Aquí les ponen las películas y andan jugando con los otros niños, pero en la noche es una lloradera porque pues los niños quieren estar en su casa, aquí ya se hartaron”, relata..
Además del pueblo de San José Puente Grande resultaron afectados los fraccionamientos Villas de Loto, Los Olivos I y II y La Victoria.
El daño ha sido tal que la Secretaría de Gobernación emitió el 3 de septiembre una declaratoria de desastre natural para las zona afectada y con ello poder liberar recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) para atender los daños sufridos.
No obstante aunque los apoyos comienzan a llegar a los afectados ni autoridades estatales y federales han recorrido a pie la zona devastada.
Solamente el alcalde de Cuautitlábn, Francisco Fernández Clamont, ha visitado la zona durante la inundación y ahora que bajaron los niveles.
El Gobernador del Estado de México, Enrique Peña, atendió su sexto y último informe de Gobierno el 5 de septiembre pasado antes de acudir al lugar para realizar un sobrevuelo por el área de desastre, que se extiende 110 hectáreas.
Por aire, también lo hizo el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) José Luis Luege y el Secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra.
Los tres funcionarios aterrizaron el martes en unos campos deportivos, a unos 3 kilómetros de la inundación, para dar cuenta de las acciones a seguir.
En primer lugar se planteó construir un canal de alivio para reducir el nivel del agua que entra hacia el terreno anegado; sin embargo, ante la mejoría en las condiciones climáticas el 7 de septiembre pasado los tres funcionarios nuevamente llegaron en helicóptero al lugar para informar que por el momento el proyecto estaba suspendido y en su lugar esperarían a que el agua tomara su cauce natural y posteriormente construir un dique en el punto de fractura de la pared del Río Cuautitlán.
Además dieron a conocer que como primer apoyo económico se entregarán 5 mil pesos (420 dólares) a cada una de las familias afectadas.