El Ejército Zapatista y el movimiento de Sicilia se reúnen en Chiapas
Integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) escucharon los testimonios de los familiares de víctimas de la violencia en México, agrupados en el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.
Al final del encuentro presidido por el poeta Javier Sicilia, los zapatistas se limitaron a pedirles que sigan adelante con su movimiento.
La reunión había creado expectativas entre los integrantes de la Caravana, por la posible llegada del líder político y militar del EZLN , el subcomandante Marcos.
Sin embargo, Marcos no llegó a la reunión: ni él ni algún jefe militar zapatista fue con los integrantes de una de las cinco estructuras de gobierno que el EZLN tiene a lo largo de todo el estado de Chiapas.
El encuentro se dio en Oventic, enclavado en la zona habitada por indígenas tsotsiles de los Altos de Chiapas. Fue privado, entre tres mujeres y tres hombres miembros de la Junta de Buen Gobierno, y 35 integrantes de la Caravana al Sur, entre ellos el poeta Sicilia.
“Nosotros en esta ocasión no vamos a hablar, estamos aquí para escucharlos, para escuchar los testimonios de ustedes victimas también de la violencia que se vive en México”, fueron las palabras con las que recibieron a la Caravana los integrantes de la Junta de Buen Gobierno llamada Corazón Céntrico de los Zapatistas Delante del Mundo.
Durante poco más de una hora, los civiles zapatistas escucharon testimonios de las madres de jóvenes desaparecidos en manos de policías y militares; escucharon historias de posibles ejecuciones extrajudiciales, de los muertos en el fuego cruzado en el enfrentamiento entre autoridades e integrantes de la delincuencia organizada; y casos donde fueron miembros de los grupos delincuenciales los victimarios de hombres, mujeres y niños.
Escucharon un breve resumen de las 50,000 historias que se han tejido a lo largo de todo el país, como resultado de la lucha contra el crimen organizado que ha emprendido el gobierno que preside Felipe Calderón.
Cuando el poeta Javier Sicilia tomó la palabra, les recordó algunas estrofas del poema que los zapatistas escribieron en 2001, al cumplirse el séptimo aniversario del alzamiento armado: “Resistimos a la muerte que mata matando/ Resistimos a la muerte que mata olvidando/ Resistimos a la muerte/ Vivimos/ Aquí estamos…”
Les pidió un minuto de silencio para recordar a los muertos de todos los presentes del encuentro. Luego, les explicó que el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad lleva 5 mese recorriendo el país, “recogiendo dolores, consolando y consolándonos de tantos desprecios, de tantos agravios, gastando el alma y las suelas para encontrarlos y abrazarlos también a ustedes cuyos dolores y agravios son más antiguos que los nuestros”.
Recordó que por su parte el movimiento del EZLN lleva 17 años de haberse hecho público con el alzamiento armado que estalló en enero de 1994, “y que se mantienen vigente porque el gobierno traicionó los Acuerdos de San Andrés”, cuyo cumplimiento habría de abonar a la paz.
“Y nosotros, sin saber bien lo que habíamos mirado y nos habían revelado, volvimos a someternos al juego del Estado, a la corrupción de los gobiernos, a la simulación de una transición democrática que abriría el camino a los intereses globales y a la voracidad del mercado. La consecuencia de ese olvido, de ese no haber entendido, desgarró aún más el tejido social de la nación, miserabilizó a todos, le cerró el presente a los jóvenes, fomentó el crimen y exaltó la corrupción”, dijo.
“En esas condiciones, el gobierno, cuyo partido había enarbolado la bandera de la transición democrática, decidió, en nombre de los intereses globales de los norteamericanos y de su consumo de drogas, desatar una guerra contra el narcotráfico que nos ha costado más de 60 mil muertos, más de 10 mil desaparecidos y más de 120 mil desplazados criminalizados por un Estado que hasta recientes fechas no había querido asumir su responsabilidad”.
En este marco, les dijo Sicilia a los zapatistas, es tiempo de hacer la paz, y la paz no puede hacerse sin todos y sin escuchar el latido del corazón de la patria (…) por eso fuimos al norte, por esos nos sentamos a dialogar con todos y por eso venimos hasta aquí a saludar con toda humildad a los más primeros, a los que nos recordaron y nos recuerdan siempre que nada compensa la humillación de un ser humano.
Además, dijo, “no dejamos de seguir opinando y ahora exigiendo, que deben respetarse los Acuerdos de San Andrés”. Al despedirse, los zapatistas se limitaron a pedirles a los integrantes de la Caravana que siguieran con su movimiento, ya que ellos iban a mantenerse atentos a su desarrollo.
Al salir de la reunión, en una breve entrevista ante las decenas de periodistas que esperaron afuera de Oventic, Javier Sicilia Sicilia hizo un llamado a que el gobierno pare el hostigamiento a los indígenas bases del apoyo del EZLN, en especial a la comunidad zapatista chol y a la comunidad indígena de Tula.
“¡Carajo!, de qué se trata, tiene que parar este hostigamiento al pueblo indio” dijo.
Sicilia pide que intervenga la ONU
El poeta pidió considerar la presencia de la ONU por la alta violencia desatada por criminales y un estado omiso. No con la presencia de cascos azules —señaló— sino con la presencia de observadores de ese organismo y de otros de la comunidad internacional, “porque parece que aquí nos van a destrozar entre delincuentes y un estado omiso”.
Esta tarde la Caravana al Sur termina su visita de tres días a Chiapas. Antes de llegar a Tabasco, sostendrá un encuentro con organizaciones indígenas y campesinas de provenientes de la zona selva, con quienes se verá en los municipios de Ocosingo y Palenque.