El 'tuitero' liberado en Veracruz solo quiere darle vuelta a la página
Después de 27 días preso en una cárcel de Veracruz, acusado de terrorismo y sabotaje por el gobierno estatal , el tuitero Gilberto Martínez Vera afirma que se mantendrá alejado de las redes sociales, y que lo único que desea es recuperar el tiempo perdido.
"No me arrepiento, no lo hice con el afán de lastimar a nadie, lo hice sin intensión de ofender, pero ahora no tengo ni forma ni ganas de tuitear", dijo Gilberto a CNNMéxico este jueves, a solo unas horas de abandonar la prisión de Xalapa, al sur de México.
Lo detuvieron junto con María de Jesús Bravo Pagola , una mujer de 55 años, por los presuntos delitos de "terrorismo equiparado y sabotaje". Las autoridades los acusaron de desatar una psicosis social generada con los supuestos mensajes que emitieron en Twitter y Facebook el pasado 25 de agosto. El gobierno afirma que advertían de secuestros, lanzamiento de granadas y matanzas de niños desde un helicóptero en escuelas, alertas que, según las autoridades, al final solo fueron rumores.
Pudieron salir libres gracias la tipificación de un nuevo delito en Veracruz, propuesto por el propio gobernador, denominado "perturbación del orden" en cualquier medio, incluidas las redes sociales. En días anteriores hubo una campaña internacional para que los liberaran .
Gilberto, de 48 años, dice que creó su cuenta en julio pasado y que él solo fue "un chivo expiatorio", alguien identificable a quien detener. Y afirma que la psicosis ya se había desatado, que "ya estaba el caos” cuando el tuiteó lo que consideró información confirmada, que lo hizo "con el fin de ayudar a la comunidad".
"Quiero dejar esto por la paz. Quiero estar tranquilo", expresa en una conversación telefónica desde su casa, en el puerto de Veracruz.
Los problemas para Gilberto comenzaron ese 25 de agosto por la tarde, al salir de la Academia de Ciencias de Veracruz, donde es maestro de matemáticas y física. Ahí lo detuvo un grupo de hombres que portaban armas, pero no insignias, iban en vehículos sin identificación y sin una orden de aprehensión girada por un juez, contó.
Tras ser capturado, lo trasladaron a una instalación policial, donde dice que lo obligaron a declarar durante 10 horas —de las 19:00 horas a las 5:00 del siguiente día— hasta en tres ocasiones, una de ellas sin su abogado defensor presente, relata.
Dos días más tarde lo llevaron al penal local de Pacho Viejo, en Xalapa, donde asegura que compartió una pequeña celda con media docena de recién aprehendidos, acusados de delitos varios: "Desde alguien que robó hasta falsificadores y secuestradores", dice Gilberto.
En ese lugar, narra que estuvo en "condiciones infrahumanas", como compartir un baño con siete u ocho internos y no ver el sol casi un mes, el tiempo que permaneció aislado. "Tú no tienes derecho ni a pluma, ni a lápiz ni a que te pegue el sol", cuenta que le decían los custodios.
Gilberto sostiene que durante el traslado a ese penal conoció a María de Jesús, la otra tuitera, una versión contraria a la de las autoridades veracruzanas, que los acusaban de estar juntos con el fin de desestabilizar al gobierno local.
El profesor afirma que la información que divulgó era con el fin de ayudar a otros. "(Por ejemplo) Había una balacera en algún lugar, pues ya no pasábamos, que sirviera como precaución, que fuera por seguridad de la comunidad", dijo.
"Cuando fue la inundación (en 2010) también apoyábamos a la comunidad, no para desestabilizar al gobierno".
Sobre la nueva ley aprobada en Veracruz y la creación del delito de "perturbación del orden", el maestro afirma que es un intento de "limitar la libertad de expresión" en las redes sociales. "Es mejor la libertad que caer en el autoritarismo. Pienso que es un exceso, como a lo que nosotros nos hicieron".
Gilberto dice que está agradecido con quienes protestaron por su detención y presionaron al gobierno local: "A los que me ayudaron un agradecimiento eterno, de corazón, a todos los tuiteros y a toda la comunidad mundial".
AI reconoce la liberación de los 'tuiteros'
Amnistía Internacional vio con “beneplácito” la decisión del gobierno de Veracruz de desistir de la acción penal contra los tuiteros que fueron acusados de terrorismo o sabotaje, sin embargo, pidió revocar la nueva legislación que criminaliza la circulación de información falsa.
“El nuevo delito permite que el estado persiga a cualquier persona por hacer afirmaciones que el gobierno considere falsas o inconvenientes y que según las autoridades perturbe el orden público. Estos elementos del tipo penal son peligrosamente vagos.
“Con el nuevo delito penal estas injusticias serán más frecuentes y disuadirá a los ciudadanos a intercambiar información de forma independiente y legítima por las redes sociales y otros medios”, dijo el organismo en un comunicado.