Gobernadores fronterizos piden mayor control en la venta de armas de EU
Los gobernadores fronterizos solicitaron este jueves al gobierno de Estados Unidos que ejerza un mayor control en la venta de armas de fuego a sus ciudadanos, a través de registros para determinar compras masivas.
El mandatario de Baja California, José Guadalupe Osuna Millán, dijo que es necesario medidas adicionales a las actuales.
“Nosotros estamos exhortando para que una medida de control adicional sea tomada por los gobiernos estatales –de Estados Unidos- y ésta consiste en el registro y el reporte de compras múltiples” de armas de fuego, expuso frente a sus homólogos durante la 29 Conferencia de Gobernadores Fronterizos México-Estados Unidos.
El funcionario dijo que el presidente estadounidense, Barack Obama, ya anunció la medida, sin embargo, falta la posición de los gobernadores de las entidades que hacen frontera con México, agregó la agencia oficial.
"Una persona compra un arma y a la semana compra otra (...) eso tiene que reportarse; también las compras múltiples; una persona que compra más de un arma que también sea reportada a la autoridad federal y se tenga control de ello”, mencionó.
El gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, reconoció que aunque en el vecino país es impopular la propuesta, "nosotros volvemos a reiterar que nos apoyen los gobernadores para solicitar a las armerías que registran a quienes hacen compras múltiples".
Estados Unidos comenzó a finales de 2009 y concluyó en enero de 2011, la operación Rápido y Furioso que permitió la entrada ilegal y posterior venta de armas de asalto a México. Algunas de ellas terminaron en manos de cárteles de droga en México.
El programa se concentró en seguir a gente que compró legamente armas, las cuales fueron luego transferidas a criminales y destinadas a México. Pero en lugar de interceptar las armas cuando cambiaron de manos, Rápido y Furioso ordenó a los agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés) ATF, que dejaran pasar las armas y esperar a que aparecieran en México, de acuerdo a un reporte del Congreso estadounidense.
La idea era que una vez que las armas llegaran a México, se pudieran rastrear hasta el comprador final y pudiera ser eliminada la red de contrabando entera. En cambio, detallan los reportes, se dejó que las armas cayeran en manos equivocadas, lo que fue un error de cálculo letal que resultó en muertes prevenibles, como la del agente de la patrulla fronteriza Brian Terry.
El presidente Barack Obama criticó el programa y republicanos en el Congreso han exigido documentos e información al respecto.
En México, el caso llamó la atención nacional y desató agudas críticas de altos funcionarios, quienes han reclamado desde hace meses que las armas estadounidenses alimentan al crimen organizado en el país.
La Procuraduría General de la República demandó una rápida investigación del asunto en marzo y dijo que las autoridades deben procesar a cualquier responsable de la operación.
Con información de Notimex