EU reporta un aumento en la cifra de indocumentados que reingresa al país
A pesar de que la economía de Estados Unidos vive un momento difícil, del incremento en la vigilancia fronteriza y de la actividad de delincuentes en el norte de México, el número de migrantes indocumentados que reingresa o busca volver al país después de haber sido deportados va en aumento.
En 2010, el 56% de los migrantes indocumentados detenidos en la frontera correspondía a personas que ya habían entrado a Estados Unidos de forma ilegal, cuando en 2005 ese porcentaje fue del 44%, reportó el diario estadounidense The New York Times citando estadísticas oficiales.
La cantidad de personas procesadas por el delito de reingreso ilegal también creció: entre 2008 y 2010 —los dos primeros años del gobierno del presidente Barack Obama—, el porcentaje de casos abiertos contra migrantes previamente deportados que volvieron a entrar sin documentos subió en un 68%, indicó el rotativo. Funcionarios del Departamento de Justicia dicen que el reingreso ilegal se ha convertido en el delito federal más común.
Reportes del gobierno de México y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indican que, durante los últimos cinco años, la migración hacia Estados Unidos ha disminuido significativamente por una mejora relativa en la economía mexicana y por el aumento de la vigilancia en la frontera.
Pero esos números, según The New York Times, reflejan la disminución en la cantidad de personas que intentan migrar ilegalmente por primera vez. Por ello, no incluyen a quienes tienen motivos para volver a cruzar, como reencontrarse con sus familias o tener muchos años viviendo en Estados Unidos.
Después de ser deportados, muchos de esos migrantes permanecen en ciudades del norte de México, esperando la oportunidad de pasar la frontera otra vez.
La situación implica un reto para el gobierno de Obama, de acuerdo con el diario, porque por un lado busca relanzar su intento por concretar una reforma migratoria que abra un camino a la ciudadanía a millones de indocumentados, aunque por el otro endurece las medidas para detener a migrantes con antecedentes penales.
En agosto pasado, la Casa Blanca suspendió temporalmente la deportación de migrantes indocumentados sin historial delictivo . “No tiene sentido gastar nuestros recursos en estos casos de baja prioridad cuando podrían ser utilizados con mayor impacto en otros, incluyendo individuos que han sido sentenciados por crímenes serios”, argumentaron entonces las autoridades.
El Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés) estima que en el país viven 10.8 millones de indocumentados. Alrededor del 60% de ellos es originario de México.