Discriminación infantil, otra secuela de la violencia en Ciudad Juárez
En Ciudad Juárez, una de las más violentas del país, el golpear a un niño o niña para que obedezca es una práctica considerada "muy frecuente" por el 78% de las personas consultadas en la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis) 2010.
En zonas como Juárez, ubicada en el norteño estado de Chihuahua y otras ciudades violentas, sus habitantes aplican una política de “mano dura” hacia los niños a una edad cada vez menor ante la posibilidad de que sus jóvenes puedan involucrarse con el crimen organizado, explicó a CNNMéxico, Juan Martín Pérez, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México.
Pese a que el 74.9% de los encuestados rechazan el golpear a los niños como una forma de disciplina, más del 95% de los mexicanos consultados en la Enadis, consideran que el castigo físico es una práctica que se realiza comúnmente en nuestro país.
Para Nashieli Ramírez, directora de la organización de derechos humanos Ririki Intervención Social, la percepción de la violencia en Juárez y en otras ciudades de México genera una reacción adversa en una sociedad que demanda "mano dura".
“Estamos generando pánico moral y riesgo social a menor edad” que ocasiona “una conducta discriminatoria y violatoria de los derechos de los niños”, afirmó Ramírez.
Las políticas del gobierno de Chihuahua, estado al que pertenece Juárez, criminalizan y discriminan a niños, niñas y adolescentes, afirmó Pérez, quien criticó la propuesta hecha en marzo pasado por el gobernador César Duarte para enlistar en un servicio militar voluntario a menores que no estudian ni trabajan, denominados ninis.
Chihuahua es el estado con más muertes relacionadas con el crimen desde que el Gobierno federal inició la aplicación de la Estrategia Nacional de Seguridad del contra el crimen organizado en 2006 y tiene sanciones de hasta 15 años de prisión para menores infractores.
Sin embargo, la violencia derivada del crimen sólo oculta otros fenómenos violentos que ya estaban presentes en la cotidianeidad mexicana y que tienen que ver con el desarrollo económico, la urbanización y la conformación de las familias, dijo la especialista.
“Juárez era desde antes una de las ciudades con mayor número de niños y niñas heridos por este fenómeno de negligencia que es parte de la violencia”, aseguró Ramírez.
Los golpes contra menores y otras violaciones a sus derechos están fuertemente ligados, por ejemplo, a la falta de atención a las madres solteras que encabezan las familias en las zonas metropolitanas de Juárez y otras ciudades, incluyendo la Ciudad de México, dijo Ramírez. “Se incrementa la violencia familiar en estos casos en la medida en que no hay servicios”, aseguró.
Menos de la mitad de los mexicanos encuestados (42%) considera que los derechos de niñas, niños y adolescentes son respetados en el país, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010.
Un 37% de la población consultada cree que los derechos de los menores son respetados parcialmente, y una de cada cinco personas (19%) sostiene que no son respetados, detalla la encuesta.
La violencia vive en casa
La violencia intrafamiliar afecta a la mayoría de los niños mexicanos, pues no respeta clases sociales, y comprende desde la incapacidad para expresarles cariño hasta el uso de la fuerza. “Somos un país que normalizamos el castigo corporal en los niños”, afirmó Ramírez.
De acuerdo a la Enadis 2010, el norte del país (que integra los estados de Baja California y Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa, Sonora, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas) casi 30% de los niños encuestados dijeron haber sido golpeados en casa.
También en el norte 11% de los niños consultados reportaron haber sido atemorizados por sus padres en casa.
La discriminación por la simple edad se acentúa cuando se conjuntan otros factores, como su sexo, etnicidad, residencia o nivel de ingreso de su familia, lo que produce mayores niveles de exclusión aseguró Juan Martín Pérez de la Red por los Derechos de la Infancia.
La violencia y la discriminación están directamente asociados a la ausencia de instituciones que contengan el círculo vicioso en estados como Chihuahua y otras zonas del país, explica Pérez.
El Estado mexicano adquirió el compromiso de homologar sus leyes a lo establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990, cuando suscribió el mecanismo internacional.
Uno de sus principales retos, de acuerdo con el director de la Red por los Derechos de la Infancia, es crear un sistema de protección y promoción de derechos que obligue a articular esfuerzos entre las autoridades y a llevar un control oficial de las afectaciones.
Los niños, niñas y adolescentes representan el 33% de la población mexicana, y suman casi 37 millones, de acuerdo con el último censo de población del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).