La migración no termina con leyes represivas y xenófobas, dice Calderón
Los gobiernos no pueden apostar a las políticas y legislaciones xenófobas, represivas y violatorias para detener los flujos migratorios, dijo el presidente Felipe Calderón, durante la inauguración de un foro sobre migración.
"Que no nos vengan a decir que esas rutas de control de tráfico de drogas, personas, armas y dinero se acaban en el río Bravo, porque ahí empieza la verdadera rentabilidad", dijo el mandatario durante la apertura del Tercer Foro Internacional sobre Migración y Paz.
El presidente no mencionó a ningún país en específico, sin embargo, dijo que en las regiones que son destino —no solo en los de origen o tránsito— la delincuencia organizada encuentra "un gran fuente de recursos" en los migrantes.
“(Los gobiernos) ignoran el hecho de que los migrantes ayudan a generar riqueza y a fomentar el crecimiento económico de los países de destino", comentó el presidente. "No se podría entender el crecimiento de la competitividad de la economía de Estados Unidos en el siglo XX sin la participación decidida de la mano de obra mexicana y centroamericana".
De acuerdo con Calderón, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial Estados Unidos invitó formalmente a los mexicanos a trabajar en ese país.
Las declaraciones del mandatario de México surgen mientras una serie de leyes polémicas se han promulgado en algunos estados de EU. La de Alabama, la Ley HB56, por ejemplo, contempla detener a cualquier persona sospechosa de ser un inmigrante ilegal; por ahora, un tribunal detuvo que las autoridades puedan revisar el estatus migratorio de los estudiantes.
Otra controvertida ley es la de Arizona, la SB 1070, que también permite a la policía local arrestar a inmigrantes indocumentados solo ante una "sospecha razonable".
De acuerdo con el Instituto Nacional de Migración (INM), unos 140,000 migrantes cruzaron la frontera hacia EU durante 2010. En su trayecto son víctimas de atracos, extorsiones, violaciones y otros abusos por parte de miembros del crimen organizado, pandilleros y autoridades.
En el último año fiscal de EU, que va del 1 de octubre al 30 de septiembre, se registró un récord de deportaciones , 400,000, más que en el último año fiscal del gobierno de George Bush.