La inseguridad cambia la percepción ciudadana de la estrategia anticrimen
El incremento de la violencia en el país hizo que los mexicanos cambiaran su percepción sobre la estrategia de seguridad, y ha abierto la opción de que algunos ciudadanos toleren al narcotráfico, aunque no los delitos de extorsión y el secuestro, según dijeron expertos en México Opina .
En 2008, el 52% de los mexicanos estaba a favor del combate al crimen organizado pese a la violencia en el país, sin embargo, en la Encuesta Perspectiva electoral rumbo al 2012, realizada este año por la empresa Parametría, el 68% prefiere que no haya violencia aunque exista "algo de narcotráfico".
El especialista en seguridad, Jorge Chabat, consideró que la gráfica cambiaría si se cuestionara a la población sobre los delitos de secuestro y extorsión. Los ciudadanos ven con cierta tolerancia al narcotráfico, porque no lo perciben como un riesgo directo, aseguró.
De acuerdo con Francisco Abundis, director de Parametría, "las personas empezaron a reflexionar sobre el combate al narcotráfico ante el incremento de los incidentes violentos".
Según datos del gobierno federal de diciembre de 2006 a diciembre de 2010, ocurrieron 34,612 homicidios por acciones relacionadas con el crimen organizado. Del total, el 50% se registraron en tres entidades: Chihuahua, Sinaloa y Tamaulipas.
De estas muertes violentas, 544 fueron agresiones, 3,153 ocurrieron durante enfrentamientos y 30,913 fueron ejecuciones, según estadísticas de la Base de Datos sobre Homicidios Presuntamente Relacionados con la Delincuencia Organizada del gobierno federal.
Abundis aseguró que, en algunos estados como Tamaulipas o Chihuahua, los ciudadanos pasaron de otorgar un apoyo total a la Estrategia Nacional de Seguridad implementada desde 2006 por el presidente Felipe Calderón a un "¿Por qué no negociamos (con el crimen)?"
La Estrategia Nacional de Seguridad fue lanzada por el presidente Calderón en diciembre de 2006, con la finalidad de combatir al crimen organizado.
Según Chabat, se ha notado una mayor coordinación entre las policías locales y los mandos militares, lo que hace más eficientes los operativos. Pero si las instituciones lograran crear mecanismos de control de confianza para evitar la corrupción, la diferencia sería evidente en las autoridades municipales y estatales y el ejército sería solo una medida temporal, explicó.
Para el especialista en seguridad, la depuración policial es uno de los mayores retos: "Les pagan mal a los policías, hay una brecha enorme en lo que están recibiendo de sueldo y lo que deberían recibir".
Según el experto, los policías reciben dinero de otras fuentes para poder sobrevivir o son extorsionados. "Hay otros factores para que los policías sean corruptos, pero el principal problema es el salario".
Durante la sesión 31 del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el 31 de octubre de este año, el presidente Felipe Calderón aseguró que el principal problema de seguridad en México es la falta de cuerpos policiales confiables, por lo que los gobernadores deben cumplir con las metas de certificación sin pretextos. Esto lo dijo luego de que algunos mandatarios estatales señalaran que no es posible cumplir con la meta.
El presidente rechazó modificar las fechas establecidas para que las entidades federativas evalúen a todos los integrantes de sus cuerpos policiales, pese a la petición de algunos gobernadores.
Las entidades federativas deben evaluar a todos los altos mandos, a los medios y superiores más el 50% de los elementos operativos para mayo del próximo año. El resto, deberá haber pasado los controles de confianza para enero de 2013.
La inseguridad en 2012
El director de Parametría dijo que el tema de la seguridad será primordial en las elecciones presidenciales de 2012, por el impacto que ha generado en la sociedad.
"Los candidatos tendrán que asumir el tema en sus campañas", indicó.
Chabat consideró que los candidatos políticos de oposición tratarán de golpear al presidente con el tema de seguridad, lo cual puede ser una estrategia arriesgada para cualquier aspirante o partido.