Peña Nieto 'ataja' entre risas las preguntas de su audiencia en EU
El centro Woodrow Wilson de Washington DC estaba repleto de académicos, abogados, profesores y americanos expertos en México. Vinieron a conocer a Enrique Peña Nieto , y terminaron haciendo preguntas sobre la legalidad y el futuro de la democracia mexicana.
“¿Sin reelección, sin candidaturas independientes y con el poder creciente de los gobernadores, cómo puede un fulano de tal influir en quienes detentan un cargo?”, preguntó un americano en un español precario, que entre risas de la audiencia había confesado: “estudié español en la misma escuela de Bush”.
“Yo no recuerdo en qué escuela estudié inglés, pero voy a hablar en español porque me siento más cómodo”, siguió la broma Peña Nieto, enfundado en un traje negro.
Dijo que no comparte la idea de quienes opinan que la reforma alcanzada es insuficiente porque no logró incluir la reelección , y opinó que las modificaciones aprobadas representan un avance importante en la consolidación de la democracia.
“Yo no estoy a favor de la reelección en el escenario de México. Puede ser idónea cuando el ciudadano está en condiciones de ratificar su confianza, pero es una desventaja en un sistema inequitativo como el que tenemos”, dijo. “No imagino cómo reelegir a un diputado plurinominal. ¿Por qué mejor no reducimos cien diputaciones plurinominales? Hemos avanzado en la consolidación de la democracia y no es necesario darle más representación a las minorías. Le ponemos límites artificiales a las mayorías que hoy son rehenes de este sistema, porque ya cambiamos”, dijo.
Un académico mexicano que es profesor en una escuela de Boston le preguntó si es posible lograr la reforma del sistema judicial y restaurar la legalidad en México.
“A este paso vamos a una prórroga por no habernos comprometido con esta reforma”. Puso como ejemplo al Estado de México, del que fue gobernador: “A tres años que inició, la reforma está instaurada y materializada. Fue un proceso gradual que hoy ha terminado”, aseguró.
Tan importante como la reforma jurídica resulta impulsar una nueva cultura de la legalidad y, a manera de ejemplo, mencionó a los mexicanos antes de migrar y después de haber llegado a los Estados Unidos.
“Cuando cruzan la frontera parecerían no observar la ley, y cuando llegan aquí marchan por la derecha”, dijo Peña Nieto, lo que causó la risa de los asistentes al auditorio. “Quise decir que marchan derechitos, no que van por la derecha”, corrigió. “Esto es cultural, no tiene que ver con penas, sino con que haya consciencia de que todos debemos respetar la ley”.
Cuando le preguntaron del PRI, Peña Nieto dijo que se trata de un partido renovado, competitivo y sujeto a las reglas de la democracia, y rechazó que detrás de su candidatura se encuentre el expresidente Carlos Salinas de Gortari.
"¿Por qué he de decir que sí cuando la respuesta es no?”, dijo cuando un periodista le preguntó si Salinas es el principal promotor de su candidatura. “Mi relación con todos los expresidentes es cordial y de respeto. Con todos me he reunido, pero no hay nada más allá de eso”, advirtió.
Ese fue, quizá, el instante de mayor incomodidad en el primero de dos días de visita a Estados Unidos. Peña Nieto se sonrojó cuando escuchó la pregunta sobre sus posibles vínculos con Salinas.
Después, una gran sonrisa no se le desapareció del rostro, ni siquiera cuando se vio obligado a hablar sobre la alianza del PRI con Elba Esther Gordillo y la posible renuncia del presidente del PRI, acusado de falsificar documentos para respaldar créditos al gobierno de Coahuila.
Cuando se disponía a salir del centro Woodrow Wilson, una periodista le preguntó si vería a algún funcionario de la administración del presidente Obama.
“Estoy tratando de ver a Dan Restrepo —asistente especial para asuntos del Hemisferio Occidental— pero aún no me confirma una cita”, dijo Peña Nieto, quien venía acompañado de ocho colaboradores y amigos que, según él, viajan con su propio dinero para apoyarlo en la búsqueda de la candidatura priista.