Calderón pide a políticos apoyar firmemente la lucha contra el crimen
A un año de terminar su sexenio, el presidente Felipe Calderón lanzó una petición y varios reproches. Llamó a todos los actores sociales y políticos, a dar un “último y definitivo esfuerzo” para continuar la lucha contra el crimen, y recriminó a quienes han entorpecido la aprobación de las reformas que el país necesita.
El tema de la seguridad predominó en el mensaje por su Quinto Año de Gobierno. Desde el primer momento de su gobierno, dijo, su objetivo fue transformar a México en un país más seguro y próspero, sin embargo se topó con el crimen organizado.
Calderón aseguró que la lucha contra el crimen no es solo de un gobierno, sino de todos los mexicanos y aseguró que están “rotundamente equivocados” quienes señalan que no se debía encarar a la delincuencia.
El crimen es una abierta amenaza a la democracia, pues hay “una intervención evidente de los delincuentes en procesos electorales es un dato nuevo y preocupante y un dato al que ningún partido político puede permanecer silente u omiso, es una amenaza para todos y a la que juntos sin titubeos debemos cerrarse el paso”, dijo.
Agradeció a militares, marinos y policías federales, de quienes “ tuvo que echar mano ” para que actuarán contra el crimen, siempre, dijo, con estricto apego a derecho y los derechos humanos.
Organismos internacionales de derechos humanos como Human Rights Watch (HRW), han denunciado que la Estrategia Nacional de Seguridad implementada por el gobierno mexicano desde 2006, no ha logrado reducir la violencia en el país, y por el contrario, se han incrementado las violaciones a los derechos humanos, de acuerdo con el informe Ni seguridad, ni derechos. Ejecuciones, desapariciones y tortura en la 'guerra contra el narcotráfico' de México.
Calderón reconoció que hay casos en que las fuerzas armadas han violado los derechos humanos, pero aseguró que además de hacer una enérgica condena, su gobierno ha procedido legalmente ante los tribunales competentes.
En el mensaje estuvieron presentes, legisladores, los aspirantes a la presidencia del PAN, Josefina Vázquez Mota, Ernesto Cordero y Santiago Creel, miembros del gabinete y gobernadores.
Su primer reproche fue para los gobiernos estatales que, dijo, no han cumplido con la certificación y depuración de sus policías, la cual deberá concluir en enero de 2013. Calderón admitió que la delincuencia se ha apoderado de algunas ciudades y pueblos donde el crimen no se ha combatido.
“No basta con fortalecer las instituciones de cumplimiento de la ley a nivel federal, necesitamos que esto se replique en los estados y municipios”, dijo.
El segundo reproche fue para quienes manejan un doble discurso sobre el combate al crimen, pues, dijo, ésta es una lucha de todos.
“Hace falta una verdadera visión de Estado, donde todas las fuerzas políticas apoyen firmemente la lucha contra el crimen organizado. Es necesario que todas las fuerzas políticas expresen con claridad, sin dobles discursos, sin regateos, su repudio unánime al crimen organizado, aquí no hay espacio para mezquindades ni para cálculo político", aseguró.
Calderón también habló de los logros en materia de política social. Anunció que el apoyo alimentario a adultos mayores de 70 años se ampliará a las zonas urbanas, además de que ofrecerá más de 1 millón de becas para los jóvenes.
Dijo que el suyo fue el sexenio de la salud, con más de 1,000 hospitales y clínicas nuevas. En educación, presumió la construcción de 96 nuevas universidades.
Calderón destacó la estabilidad de la economía mexicana, que soportó la crisis mundial de 2009 sin necesidad de adquirir deuda, a diferencia de economías europeas que hoy deben hacer recortes para salir de la crisis. "México crece y genera empleos, además de que a pesar, de la mala imagen resultado de la lucha contra el crimen ha logrado atraer 100,000 millones de dólares de inversión extranjera", dijo.
El reclamo a la oposición
Tras enumerar los logros de su sexenio, los reproches volvieron. Ahora fueron para quienes, dijo, entorpecen la aprobación de las reformas estructurales.
“Es imperdonable que se le nieguen, que se le regateen a México las reformas estructurales que tanto necesitan los mexicanos”, dijo.
Calderón se refería a la reforma laboral, que permitirá generar mejores empleos, de asociaciones público privadas que impulsarán la infraestructura. La reforma política busca darle mayor poder a los ciudadanos, y la de seguridad nacional, que pretende crear un marco normativo para las acciones de las fuerzas de seguridad.
Calderón recriminó la actuación del poder legislativo: “intereses específicos y parciales están comprometiendo las posibilidades de progreso de todo el país en el Senado de la República”.
Antes de concluir su discurso y con la voz entrecortada, Calderón recordó a sus dos exsecretarios de Gobernación muertos: Juan Camilo Mouriño y Francisco Blake Mora, ambos amigos cercanos del presidente.
Con el grito de viva México, Calderón terminó su discurso entre los aplausos de pie de los asistentes y una lluvia de papeles de colores.